ASESORÍA FINANCIERA

LOS EXPERTOS COINCIDEN Comprar un inmueble hoy
es una buena inversión

Por: Paulina Narváez

El mercado inmobiliario no es ajeno a la realidad nacional, “existe desaceleración, por supuesto, en fase con la desaceleración de toda la economía ecuatoriana”, señala Jaime Rumbea, Director Ejecutivo de APIVE (Asociación de Promotores Inmobiliarios de Vivienda Ecuatoriana). “Nuestros números dicen que los meses de junio y julio 2015 resultaron muy negativos para el sector, producto de que los hogares percibieron los proyectos legislativos de herencia y plusvalía como amenaza sobre sus patrimonios, o sobre sus expectativas de construir un patrimonio. Cuando dichos proyectos fueron retirados de la Asamblea las cosas se recuperaron parcialmente”. La inseguridad jurídica puede mermar intenciones de inversión, “proyectos nuevos que no han sido lanzados aún se han frenado de manera sensible, y en general, los inversionistas privados que financian proyectos se vuelven más prudentes y recortan sus posiciones cuando no existe certidumbre”, enfatiza Jaime.

Sin embargo, para el representante de APIVE está claro que la adquisición de bienes inmuebles tiene una característica especial, “invertir en bienes inmuebles es, por regla general, bastante seguro. De allí que, si por la coyuntura económica del país alguien encuentra una buena oportunidad, no hay motivo para descartarla, siempre que la persona cuente con los medios de pago”. Queda claro que el mercado de inmuebles es tan grande que se pueden percibir diferentes comportamientos en los diversos segmentos, “de seguro que cuando escasea la liquidez habrán oportunidades, pero no vemos aún que sea esa la regla. Es decir, el mercado no está rematando propiedades, más bien se han ralentizado las transacciones”, puntualizó.

Según el Econ. Santiago X. Garcés E. (MBA), Asesor de la Gerencia General en Proyectos Inmobiliarios de la Corporación Financiera Nacional (CFN), no estamos en crisis, “sin embargo, es claro que las condiciones no son iguales a lo que vivimos en años anteriores. El cambio de los escenarios externos que atraviesa el país ha desencadenado cierta incertidumbre, y lo que más daño hace a una economía es la incertidumbre. El mercado inmobiliario, visto desde el lado de la oferta, es el sector que más encadenamiento productivo genera al país, y por ende ha sido uno de los sectores más beneficiados por políticas públicas”. Esto ha permitido, por ejemplo, que los promotores inmobiliarios emprendan proyectos de vivienda de interés social y prioritaria (tanto pública como privada), lo que ha comprometido a todos los actores.

En tal medida podemos hablar de oportunidad como un equilibrio en el mercado inmobiliario, no necesariamente porque exista una caída de los precios en el sector, como ocurre en otros países, sino por la dinamización de la economía, ya que según Jaime Rumbea, “si se entrega sin contratiempo en los próximos 24 meses las 40.000 viviendas que han sido contratadas, y que están siendo construidas a nivel nacional, haya o no nueva inversión, encontraremos un equilibrio en el mercado”.

Cuando se habla del sector inmobiliario su dinámica se verá afectada por la disponibilidad de crédito hipotecario. Hoy por hoy los bancos privados frenaron los créditos para la construcción, “la banca privada está siendo sumamente cauta en esta coyuntura económica, situación que esperamos se corrija lo antes posible, porque la ejecución de muchos proyectos y el cumplimiento de compromisos depende de que la banca se reactive. El crédito hipotecario para hogares se mantiene relativamente estable hasta ahora, con el BIESS como principal actor del mercado. En la sostenibilidad del crédito para el constructor y del crédito a los compradores, estará dada la sostenibilidad del acceso a vivienda y del sector”, señala Jaime Rumbea.

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Santiago Garcés lo ve con mayor optimismo. “Hoy, gracias a una articulada política de Estado, la banca privada y la banca pública están firmemente comprometidas para desarrollar vivienda de interés social y prioritaria. Desde el lado de la oferta, además de la banca tradicional, existen dos nuevos actores: el Banco del Estado que se ocupa del financiamiento de proyectos inmobiliarios de viviendas de interés social, cuyos precios no excedan $40.000; y la CFN que se encarga de proyectos inmobiliarios de interés prioritario, segmento del mercado cuyos precios de vivienda están en el rango entre $40.000 y $70.000. Las dos instituciones ofrecen una tasa de interés del 6.5%, en plazos de hasta 5 años, y gracia en el pago de capital que alcanza un período de 24 a 36 meses. Además, para incentivar la demanda en este segmento, el BIESS ofrece a los afiliados una tasa preferencial del 6% a 25 años plazo, es decir, casi tres puntos menos que su tasa habitual, para poder competir con la banca privada”.

Es importante destacar que los créditos para compra de vivienda existen, con otras condiciones y requisitos, pero están ahí. El BIESS, que representa aproximadamente el 70% de la originación de hipotecarios, continúa entregando créditos a sus afiliados con normalidad. “Sin duda es un buen momento”. No sería prudente que debido a la especulación se dificulte la atención de futuros créditos, que como lo dice Jaime Rumbea, “son muchos y su desembolso es clave para la operación del sector.”

A través de la experiencia de lo vivido en los años 2008 y 2009 a nivel mundial, y también en Ecuador, es responsable decir que con trabajo y esfuerzo conjunto entre el sector y las instituciones del Estado, se logrará “revertir la tendencia,” como puntualizó Jaime Rumbea. “El BIESS mantiene récords internacionales en tiempos para desembolsos, y si bien enfrentamos escenarios difíciles, conocemos dónde están los nudos que debemos resolver para sobrellevar la situación.  Somos realistas y estamos trabajando duro”.

BENEFICIOS DE
INVERTIR EN INMUEBLES

Un inmueble es un bien real, tangible. Mantiene su valor, y según sea conservado, ese valor podrá incrementarse con el tiempo. Un inmueble genera recursos: puede ser alquilado y representará un ingreso mensual adicional. Puede ser hipotecado y servir como garantía para un crédito en caso de que se requiera liquidez.

En lo que los expertos coinciden es que “adquirir una vivienda, más allá de ser una gran inversión financiera, es la mejor decisión de vida que podría tomar una persona. La vivienda es el primer núcleo aglutinador de la sociedad, está enmarcada en un barrio, es la más clara representación de nuestra propia circunscripción nacional, y para ello requerimos de una guía, lineamientos, normas escritas o tácitas que nos permitan vivir en comunidad”, explica Santiago Garcés, quien enfatiza al decir que “adquirir una vivienda representa la mayor realización personal con visión de familia”.

Entonces, si usted tiene ahorros y puede permitirse invertirlos, no lo dude, mire las posibilidades que ofrece el sector inmobiliario. La inversión en bienes raíces es para muchos especialistas una de las mejores alternativas en el mercado. Asesórese adecuadamente para asegurar su inversión, no descuide ningún detalle para escoger el inmueble correctamente (ubicación, posibilidades de financiamiento, etc.) para así precautelar el dinero invertido.