Por: Pablo Vásquez, corresponsal en España

Desde lo alto del Parque del Castro, unas vistas para quedarse: en primer plano la ciudad de Vigo, detrás el mar, y al fondo, más o menos borrosas, las Islas Cíes, que separan la ría calmada de la incertidumbre del Océano Atlántico. El origen de la población se sitúa un poco más abajo, en el Casco Viejo. Esta zona presenta hoy en día un aspecto que puede desconcertar en un primer momento al visitante, mezcla de ruina y de regalo recién comprado. Una lucha de contrarios, destrucción y construcción, en la que, después de tantos años de enfermedad urbana, por fin empiezan a triunfar las fuerzas creativas.

La población de la parte antigua, por motivos diversos, había ido abandonando estas calles estrechas, y, sin nadie ya que se preocupara por su mantenimiento, las construcciones empezaron a morirse de viejas. Mientras, la marginalidad social se fue acomodando entre las ruinas. La clave en la recuperación del pulso de esta zona cero ha pasado por la combinación de intervenciones públicas y privadas. Uno de los puntos de inflexión fue la puesta en marcha en 2005 del Consorcio Casco Viejo con la firma de un convenio entre distintas entidades (actualmente el Gobierno Regional de Galicia y el Municipio). Los organismos públicos, conscientes del problema existente, se decidían por fin a actuar en serio y a liderar las operaciones de rescate urbano. Se trataba de intervenir en distintos frentes, cada uno con su dosis de importancia: el planeamiento urbanístico, la protección del patrimonio, la recuperación del espacio público, la calidad arquitectónica y constructiva, además de la vivienda pública y la revitalización económica y social.

20 Convivencia de ruinas y nuevos proyectos

Convivencia de ruinas y nuevos proyectos. Foto: Pablo Vázquez Pita

POR DÓNDE EMPEZAR

Una de las primeras tareas que se llevó a cabo fue la elaboración de un planeamiento urbanístico que marcara las directrices principales de las actuaciones a desarrollar y que diera coherencia al conjunto: en 2007 se aprueba un Plan Especial de Protección y Reforma Interior. Si lo que se pretendía era sanear el Casco Viejo de forma efectiva, y no simplemente darle una capa de maquillaje, se presentaba una tarea extremadamente compleja: un urbanismo de artesanos, no de ideas prefabricadas. No bastaba con pintar de blanco tres o cuatro fachadas en cada calle. No. Se trataba de coordinar una gran cantidad de rehabilitaciones en ruinas dispersas, aquí y allá, por todo el Casco Viejo, especialmente en la parte alta, más degradada que el resto. Paciencia, trabajo, tiempo, dinero. Y pensar más allá de las elecciones. Difícil, pero no imposible.

15 Rehabilitacion en la calle San Sebastián

Rehabilitación en la calle San Sebastián. Foto: Consorcio Casco Vello

La intención era asentar a nuevos pobladores en este barrio parcialmente abandonado. El uso principal de las construcciones rehabilitadas sería el de vivienda con algún régimen de protección pública. Una vez finalizadas las obras, estas viviendas han sido sorteadas entre colectivos que reunían una serie de requisitos sociales. Las condiciones económicas, tanto de compra-venta como de alquiler, son más favorables para estas personas que los precios habituales del mercado inmobiliario de la ciudad.

Pero no se trataba simplemente de asentar población, era necesario complementar la construcción de las viviendas con unas dotaciones urbanísticas que aportaran riqueza funcional y permitieran un modo de vida equivalente al de otros barrios de la ciudad. Se han firmado convenios con distintas entidades que han permitido la instalación progresiva de equipamientos como la sede de los empresarios de la construcción, el Colegio de Registradores, el Centro Gallego de Fotografía o la Pinacoteca Fernández del Riego, proyectos, en general, de una alta calidad arquitectónica. Por otra parte, los espacios públicos existentes entre las viejas calles se han renovado e incluso ampliado gracias a la eliminación de algún edificio en ruinas.

2 Nuevas promociones junto al Castillo de San Sebastián

Nuevas promociones junto al Castillo de San Sebastián. Foto: Consorcio Casco Vello

Una cuestión de vital importancia ha sido la gestión de los locales comerciales ubicados en los bajos de los edificios rehabilitados. Se consideraba imprescindible su ocupación por nuevos negocios que ayudarán a reactivar económicamente la zona, por lo que han sido adjudicados a emprendedores con proyectos de interés para el Casco Viejo. Sin embargo, otro tipo de dotaciones siguen siendo difíciles de abordar, como es el caso de las plazas de aparcamiento. La compleja morfología del tejido urbano de la zona constituye todo un reto, sin que por el momento se haya alcanzado una solución satisfactoria. Es casi imposible rehabilitar estos edificios de forma que el vehículo privado se pueda estacionar en su interior si al mismo tiempo se trata de conservar la estructura de estos edificios antiguos y de reducidas dimensiones. Y es también complicado aparcar en el exterior, en las calles estrechas del Casco Viejo. No se puede tener todo.

EJECUCIÓN DE LOS PROYECTOS

Como se ha comentado, las actuaciones se están desarrollando bajo el liderazgo público. Este esfuerzo económico del conjunto de los ciudadanos está justificado por el interés social de la recuperación del Casco Viejo y por la adjudicación de la mayor parte de las viviendas a personas con limitaciones económicas. El Consorcio utilizó los fondos disponibles, más de treinta millones de euros hasta el momento, para adquirir las parcelas necesarias, especialmente aquellas en las que existían construcciones deterioradas. La compra se dividió en varias fases, y ha resultado ser bastante complicada debido, entre otras cuestiones, a la dificultad para encontrar a muchos de los propietarios de los edificios abandonados, con frecuencia ausentes de España, así como a las carencias de los títulos de propiedad.

18 Viviendas en la calle Huertas

Espacio público en el Casco Viejo. Foto: Consorcio Casco Viejo

Una vez comprados los inmuebles comenzaron los encargos para redactar los distintos proyectos. Las nuevas construcciones debían ser atractivas para que los vigueses quisieran volver a la zona: un precio reducido y un diseño arquitectónico de las viviendas adaptado a las condiciones de vida del siglo XXI. Esta cuestión era uno de los nudos a desatar por los proyectistas.

13 Espacio Público en el Casco Viejo

Espacio público en el Casco Viejo. Foto: Consorcio Casco Viejo

Probablemente una de las múltiples causas por las que los antiguos vecinos abandonaron el Casco Viejo fue la insuficiencia de sus edificios (fríos, con poca luz, con espacios no adecuados o defectos constructivos), para albergar las expectativas de la vida moderna. La solución de las nuevas construcciones proyectadas ha pasado, en parte, por respetar en la medida de lo posible la estructura de las edificaciones antiguas, pero con una distribución que conecte espacios pertenecientes a edificios distintos: la apertura de huecos en los antiguos muros separadores aporta nuevas posibilidades funcionales.

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Fachada de las viviendas en la calle Huertas. Foto: Consorcio Casco Viejo

Es el caso de la rehabilitación de siete edificaciones, una manzana completa, entre las calles Ferrería y San Sebastián, un proyecto de vivienda colectiva del estudio de los arquitectos Perfecto Cendón y Francisco Javier Vázquez, que explican así su propuesta: “Se respetó la morfología del parcelario, de modo que se pueda percibir espacialmente la división original, ya que cada parcela se corresponde con un espacio de la nueva distribución. Se optimizan los recorridos verticales, resolvemos con un único núcleo de escaleras el acceso a las viviendas. Los núcleos húmedos aparecen como cajas cerradas que organizan a su alrededor las estancias, dormitorios, vestidores… que permiten aislarlas o agruparlas con grandes puertas correderas a modo de tabiques. Entendemos así que las viviendas resultantes, son abiertas, diáfanas, luminosas y con espacios resultantes muy versátiles”.

7 El uso del color destaca en el proyecto Ferrería-San Sebastián

Foto: Manuel G. Vicente

Este proyecto, premiado en distintas ocasiones, es el buque insignia de las actuaciones en el Casco Viejo. El jurado del Premio del Colegio de Arquitectos de Galicia a la mejor vivienda, en su edición de 2013, destacó la propuesta como “ejemplo de intervención en viviendas de un casco histórico, en una zona muy degradada, sirviendo para regenerar un ámbito urbano. Se valora la singularidad de la propuesta y como homogeniza la intervención de un elemento como las carpinterías, confiriéndole carácter y personalidad, pero siempre desde la contención y la economía de medios. Se destacó también la flexibilidad del espacio.”

4 Fachadas de las rehabilitaciones en la calle San Sebastián c

Calle San Sebastián. Foto: Manuel G. Vicente

Otros edificios promovidos por el Consorcio han recibido premios de arquitectura a título individual. Pero el Nuevo Casco Viejo es más bien la suma de una gran cantidad de pequeñas actuaciones y de la colaboración de muchos profesionales.

Más de 30 arquitectos han intervenido en los distintos proyectos. Se han comprado más de 60 inmuebles, y se han construido en ellos alrededor de cien viviendas y veinte locales comerciales. El sector privado también ha venido jugando un papel importante en las actuaciones en el barrio. El Consorcio ha desarrollado programas de ayudas para la rehabilitación de fachadas y cubiertas de edificios privados, así como para la mejora de locales comerciales.

6 Esquina Ferrería-San Sebastián

Esquina entre las calles Ferrería y San Sebastián. Foto: Manuel G. Vicente

El Casco Viejo se ha vuelto a poner de moda. Los negocios de hostelería, con unas propuestas más novedosas y atractivas, están recibiendo una gran afluencia de vecinos y turistas, especialmente los fines de semana. Y las viviendas rehabilitadas, una vez adjudicadas, ya han empezado a ser ocupadas por sus nuevos habitantes. La mayor parte se han sorteado entre jóvenes de menos de 35 años, por lo que la renovación generacional del barrio parece asegurada. Probablemente veremos en los próximos años bastantes niños jugando de nuevo entre estas calles viejas.