Iglesias del Centro de Quito

El Sagrario

Su fachada data de 1699, y con solo levantar un poco la mirada es suficiente para empezar a apreciar los innumerables detalles que hicieron de la Iglesia de El Sagrario, una de las más imponentes de la capital. Con el análisis de los elementos que la componen se entiende que durante su construcción nada fue dejado al azar. Destacan las esculturas de San Pedro y San Pablo. Delante de San Pedro se aprecia la presencia de una escultura que personifica la Fe, mientras que delante de San Pablo se encuentra la figura que representa la Esperanza. El interior de El Sagrario -como una gran parte de los templos quiteños- fue decorado casi en su totalidad por mano de obra de artistas anónimos indígenas, quienes no plasmaron su sello autóctono en elementos mayores, sino que lo hicieron en sutiles detalles de la decoración, burlando la rigurosa inspección de los españoles.

Dirección: García Moreno, entre Sucre y Eugenio Espejo

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Convento de El Carmen Bajo

Edificada para salvar a la Orden venida de Latacunga luego del terremoto de 1698, el Convento del Carmen Bajo es un milagro de construcción que inaugura su Iglesia en 1745. La puerta principal es una hermosa obra tallada en madera con los sellos del Marquesado de Solanda, donde Mariana Carcelén, su marquesa, enterró secretamente a su héroe y esposo, el Mariscal Antonio José de Sucre, luego de su muerte en Berreucos. Este edificio guarda el arte de Quito y de su afamada Escuela Quiteña de Artes y Oficios. El Monasterio está en buen estado de conservación, lo que ha permitido establecer un museo permanente para exponerlo en temporadas religiosas. El Belén, también conocido como Nacimiento, por ejemplo, se abre al público cada Navidad.

Dirección: José Joaquín de Olmedo, entre Venezuela y Guayaquil

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San Francisco

San Francisco es verdaderamente magnífico. La fachada tiene algo de El Escorial, sus planos fueron su inspiración, pues se dice que Fray Jodoco Ricke usó los planos del antiguo Palacio Real Español, que fuera referente del poderío del Rey de entonces. Las primeras ventanas, y la distribución general del edificio: patios, refectorio, facultad y residencia, más la antigua cervecería, hablan de su parecido. Varias versiones envuelven su origen, una de ellas dice que San Francisco se hizo sobre el Templo del Sol y otra que se erigió sobre las ruinas de las casas del Príncipe Atahualpa. Las torres se ven iguales, fueron ubicadas sin mediciones, que es lo que más sorprende, las hicieron con la sombra que el Dios Sol proyecta desde su poder en lo más alto. Viéndolas de frente, la de la izquierda está alineada con los campanarios de La Compañía y San Agustín.

Dirección: Cuenca 477

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Basílica del Voto Nacional

Todos admiran el enorme monumento de estilo neogótico construido en piedra y cemento, que con casi 100m de altura se levanta sobre las faldas de la tradicional Loma de San Juan. La construcción de la Basílica del Voto Nacional tomó más de cien años; destaca como el más grande de su clase en Sudamérica, y sin duda es la obra de arquitectura neogótica más importante de nuestro país. El altar principal, construido en mármol de Carrara (extraído de las canteras de los Alpes Apuanis en Carrara y muy cotizado por su blancura), desde el que se celebran las Eucaristías, se encuentra ubicado en el crucero de la estructura. La presencia de las “gárgolas” que representan animales endémicos exóticos de la fauna ecuatoriana, como caimanes, tortugas, piqueros, armadillos, monos, pumas, entre otros, marcan el toque único de este inédito estilo del neogótico ecuatoriano.

Dirección: Venezuela y Carchi

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Convento de San Diego

La fachada de San Diego, construida en 1625, obedece al pedido inicial de 1597 para crear un centro de recolección de la orden franciscana, que se ocuparía de la observancia, orden y leyes de entonces. Sus cinco magníficos patios, vida de clausura, y eventos que allí han ocurrido, son el eje de sus instalaciones y sitios de vivienda. El Patio de la Cruz fue el primero en construirse, lo hermoso de estas paredes, muros, puertas, ventanas y escalinatas, es que fueron creándose poco a poco, según las necesidades de la vida cotidiana. Por razones de diferente tipo, San Diego guarda tradiciones, leyendas y realidades que son el espejo de la vida diaria, es un sitio patrimonial lleno de historia, donde podemos imaginar la vida de antes.

Dirección: Calicuchima y Farfán

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Catedral Primada de Quito

En 1995 la Catedral Metropolitana de Quito asciende a Catedral Primada, por ser el sitio en que las autoridades más importantes del país celebran transcendentales ceremonias. La puerta principal se encuentra en la calle de las Siete Cruces, que hoy lleva el nombre del presidente conservador Gabriel García Moreno, que le fue dado a partir de su dramática muerte ocurrida en el corredor que de la mencionada vía, y donde cayó su cuerpo inerte en 1875. Ante la Catedral Metropolitana de Quito nuestro orgullo se doblega y nuestra espiritualidad se inspira al entender el verdadero significado de su existencia: construcciones hechas para despertar la enorme responsabilidad de mantenerlos como patrimonio humano y material de vida para la humanidad.

Dirección: Venezuela y Espejo

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Basílica de Nuestra Señora de la Merced

La Merced tiene cosas únicas que la distinguen del resto de construcciones religiosas: muros con bases incas, domos ovales inspirados en las colinas, detalles marinos en los remates de los riscos, y patio de pura piedra con fontana de Neptuno. En la Sacristía, el sol juega las tardes como si pintara con luz a los santos y crucifijos, unos del dramático tallador Sangurima y todos custodiados por ocho arcángeles de Mideros. Grandes, de casi cuatro metros cada uno, entre los que está el Arcángel del Tiempo, que nos recuerda que una vez que éste se ha ido, no vuelve más. La Iglesia Mercedaria de Quito representa la religión y las tradiciones, la historia y las procesiones. El Rosario de la Aurora de sus fieles madrugadores, y las fiestas de las Mercedes de finales de septiembre, son solo un reflejo más de la vida de los quiteños.

Dirección: Chile y Cuenca

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San Ignacio de Loyola de la Compañía de Jesús

Reconocida por ser la sede de un milagro, tiene en el altar principal el cuadro de la Virgen de la Dolorosa, a diferencia del cristo que acostumbran tener las iglesias. Su construcción duró 160 años, el esfuerzo se reflejan en la riqueza del estilo barroco que predomina en toda la obra. Las columnas y los muros son hechos con     piedra volcánica proveniente de las calderas del volcán Pichincha; el techo y las cúpulas con piedra pómez y ladrillo; está recubierta, en su mayoría, de pan de oro que representa 52 kilos de un oro de 23 a 24 quilates. Dos de los cuadros más reconocidos del lugar son El Infierno, imagen que tiene como protagonista a Lucifer y refleja 25 pecados con sus respectivos castigos; y justo enfrente, el cuadro del Juicio Final, donde se grafica la acción de decidir el destino de una persona, sin importar quién es ni de dónde viene.

Dirección: García Moreno y Sucre

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