Sófia Arteta y Hernán Cueva

 

CUMBAYÁ

Por: Lorena Ballesteros

Agosto-Septiembre 2013

Sofía nos da la bienvenida y comenzamos a charlar como si fuésemos viejas amigas. Comentamos del agradable y a veces asfixiante calor del verano, de cuánto han crecido sus hijos y de la reciente campaña que encabeza Silvana Di Mella, Reina de Quito, contra el bullying. Sofía lleva 11 años como Directora Ejecutiva de la Fundación Reina de Quito.

 

Enseguida aparece Hernán, como siempre con una gran sonrisa, amigable y bromista. De hecho, me puse a pensar, ¿cómo será en su oficina? Me lo puedo imaginar muy exigente consigo mismo y con su trabajo, pero difícilmente pudiera caber en la imagen de jefe gruñón y ermitaño, pues su carácter extrovertido no lo permitiría.  

Sofía Arteta y Hernán Cueva

Lo cierto es que Hernán y Sofía viven una etapa de madurez familiar y profesional. Sus hijos Hernán José e Isabella, de 13 y 11 años respectivamente, están en la pre adolescencia; las actividades de ambos son exitosas y su relación de pareja sigue tan bien como hace 20 años cuando se conocieron.


Hernán lleva 11 años en Metro Ecuador, los últimos dos como Gerente General. La idea comenzó como un diario para gente que usa el transporte urbano. Primero fue el trolebús en Quito y luego la metrovía en Guayaquil. Pero además, el concepto encajaba entre las personas metropolitanas, ejecutivos jóvenes que desean estar informados pero no tienen más de 20 minutos para hacerlo. Así, una publicación gratuita, en un formato más pequeño que los periódicos tradicionales y con información corta y puntual, se materializó en Ecuador.

 

En 2002 el proyecto se lanzó en Quito y en 2006 en Guayaquil. Durante todos estos años, Hernán ha estado en la parte ejecutiva, primero como Director Comercial y ahora como Gerente General. Y Metro sigue creciendo, hace pocos meses el diario comenzó a circular también en Cuenca.


La franquicia internacional de Metro ya existía cuando comenzó a publicarse en Ecuador. “Fue una adaptación de lo que se hacía en varios países”, comenta Hernán. Es decir que ellos adaptaron el

concepto para el país. Y como el modelo fue exitoso, quienes formaban parte de la franquicia hicieron un acercamiento en 2009, compraron acciones, y Metro Ecuador pasó a formar parte de la red internacional de diarios gratuitos más grande del mundo: Metros Internacional. “La ventaja de ser parte de una franquicia como esta, es que estás en 28 países, en 220 ciudades y que te enriqueces con el know how internacional”. 

La decoración tiene la firma de Sofía. La define como moderna con piezas clásicas. Es una casa muy familiar, acogedora y sencilla.

Hernán es Gerente General de Metro Ecuador, se desplaza todos los días desde su casa en Cumbayá hasta el barrio de El Condado, donde se encuentra su oficina.

Además, otra de las ventajas de la publicación es que cuenta con corresponsales, por así decirlo, en cientos de lugares del mundo. Por ejemplo, cuando Julian Assange llegó a la embajada de Ecuador en Londres, Metro UK le hizo una entrevista, que también fue publicada en nuestro país.

 

Hernán también ha podido estar a la cabeza de interesantes campañas publicitarias, otro reto de la franquicia. Hace unos meses Metro preparaba una cita para conocer a Justin Bieber. “Nuestros lectores debían tomarse una foto con el diario en el lugar en donde les gustaría tener una cita con Bieber”, agrega Hernán. Los Beliebers –como se les conoce a los fanáticos del cantante–enloquecieron con la

oportunidad de viajar a Europa y entrar al backstage de un concierto. Metro Ecuador alcanzó 20.000 seguidores en su página de Facebook. Solo Metro México consiguió una cifra similar, pero hay que tomar en cuenta que la población mexicana es mucho más grande que la nuestra.

 

Este tipo de campañas hacen ver que la marca Metro se ha posicionado en el mercado ecuatoriano. Tiene un tiraje de 80.000 ejemplares diarios los lunes y viernes, y 50.000 de martes a juves, lo que lo convierte en el diario de mayor circulación en los días de semana. Además, por índice de ventas es el tercero en el país.

 

¿Workaholic? Hernán sonríe y titubea ante la pregunta. La respuesta es afirmativa, pero se considera un adicto al trabajo moderado. Durante la semana le dedica más del 80% de su tiempo, pero los fines de semana –con poquísimas excepciones– son para su familia. Claro que por las mañanas de sábados y domingos sí revisa correos electrónicos en su teléfono y está alerta por si ocurriera algo durante el cierre de la edición que circula los lunes, o si se presentara alguna novedad con la preparación de la circulación.

Sofía lleva casi la mitad de su vida vinculada a la Fundación Reina de Quito, actualmente es la Directora Ejecutiva.

El crecimiento de su empresa también le ha significado otros “sacrificios” a Hernán, pues debe viajar constantemente a Guayaquil y Cuenca. “Antes viajaba a Guayaquil todas las semanas, pero desde que comenzó a operar el nuevo aeropuerto es más complicado hacerlo ida por vuelta. Ahora voy una vez cada 15 días. También viajó a Cuenca al menos una vez al mes”.

 

Aunque los viajes son cansados y con agendas muy apretadas, también ha tenido la suerte de conocer varios países del mundo. Por temas de la franquicia ha asistido a reuniones de marketing, ventas, convenciones y reuniones gerenciales en Dinamarca, Inglaterra, Holanda, Portugal, México, Estados Unidos… todo lo que involucre el universo de Metro.

 

Y los viajes no son solo nacionales o internacionales, también realiza su diario viaje local. Hernán se desplaza todos los días desde su casa en Cumbayá hasta el barrio de El Condado, donde se encuentra su oficina.

 

¿Enloquece con el tráfico? Para nada. Procura salir de su casa a las 09h00, cuando el caos vehicular ha bajado y aprovecha los 30 minutos de viaje para hacer llamadas telefónicas. “Tengo el sistema hands free en mi carro y así adelanto varios temas relacionados al trabajo mientras llego a la oficina”. Y como sus días son largos, regresa a casa cerca las 21h00 cuando el tráfico también ha calmado.

Tanto trabajo pudiera interferir en la vida familiar, pero ni Hernán ni Sofía dejan que el trajín de sus rutinas laborales se interponga. “Me levanto muy temprano para preparar el desayuno de mi familia y soy yo quien acompaña a mis hijos a la parada del bus del colegio”, señala Sofía.

 

Después va al gimnasio y cuando termina de hacer ejercicio sube a su oficina. Cerca de las 17h00 termina sus labores en la Fundación Reina de Quito y baja nuevamente a su casa para reencontrarse con sus hijos. Les ayuda con los deberes, cena con ellos y si hay algo de trabajo pendiente –pues también colabora

en una revista ecuatoriana– lo termina antes de irse a dormir. Y es que ella es una mujer multifacética, pero sobre todo muy organizada. “Soy extremadamente planificadora. En mi vida no hay nada improvisado, siempre sé lo que voy a hacer al día siguiente”.

 

Sofía lleva casi la mitad de su vida vinculada a la Fundación. Fue electa Reina en 1994, cuando tenía 18 años. Desde entonces ha ocupado los cargos de Coordinadora de Eventos, Presidente de la Fundación, y desde hace 11 años es la Directora Ejecutiva.

 

Antes del reinado sus planes eran otros. Quería estudiar Relaciones Públicas en Bogotá. De hecho, una vez que fue electa, todavía creía que apenas terminara su labor social viajaría para cumplir su reto profesional. Sin embargo, el amor puede cambiar los planes de la noche a la mañana. En ese año su relación con Hernán se consolidó aún más, y también se enamoró de la Fundación Reina de Quito. Viajar a Colombia ya no era una opción.

Sofía cursó su carrera en la Universidad San Francisco, siguió vinculada a la Fundación y se casó con Hernán, de quien sigue perdidamente enamorada. “Es el hombre de mi vida”, dice con certeza. Lo increíble es que después de todos estos años todavía se coquetean, se miman, se cuidan. De hecho, durante la producción de fotos para esta entrevista, Hernán se desconcentra cada vez que su esposa aparece con un cambio de ropa distinto. Y se nota que a Sofía le gusta que su marido la mire de esa manera.

Cuando llega el fin de semana comienza la diversión, Hernán y Sofía se dedican por completo a sus hijos.

Durante el fin de semana Hernán entrena junto a Hernán José en el jardín de su casa.

También son grandes amigos. Son una pareja sencilla que transmite comodidad. Eso se refleja en la forma en que han criado a sus hijos. Para Sofía su labor en la Fundación ha sido determinante en su rol de mamá. En primer lugar ha sido un trabajo que le ha permitido alcanzar metas profesionales sin descuidar su hogar. “No soy una madre ausente”. Ella nunca se pierde los partidos de fútbol de Hernán José, o las actividades de Isabella.
 

Cuando llega el fin de semana comienza la diversión en familia. Aprovechan los espacios de su casa. Tienen un jardín con arcos de fútbol y no es raro ver a Hernán y Hernán José entrenar un poco, incluso Isabella se

involucra. Junto al jardín está el porsche, que con el agradable clima de Cumbayá se presta para desayunar y comer al aire libre. A Sofía le encanta tener invitados en la casa y es ella quien se encarga de las parrilladas.

 

Viven en esa casa desde hace seis años y ese lugar forma parte de su consolidación familiar. Cuando se casaron vivían en un departamento en la González Suárez. “Yo pensé que era súper feliz viviendo allí hasta que me mudé a Cumbayá”, dice Sofía. Sus hijos querían una casa con jardín y perros, y poco a poco los amigos de los Cueva Arteta comenzaron a mudarse al valle y Sofía comenzó la búsqueda.

 

No tuvo que buscar mucho porque la primera casa que vio fue la definitiva. Estaba en construcción. Vieron los planos –diseño del arquitecto Leopoldo Arteta– hicieron un par de modificaciones, consiguieron el crédito hipotecario y tomaron la decisión.

 

La decoración tiene la firma de Sofía. La define como moderna con piezas clásicas. Es una casa muy familiar, acogedora y sencilla. “Define lo que somos, una familia de gente sencilla”, concluye Sofía.