“LA COHERENCIA ES FUNDAMENTAL EN LA VIDA” 

Por Lorena Ballesteros  

Hay entrevistas que despiertan todos los sentidos. Esta fue una de ellas. Al llegar a casa de Camila Samaniego Salvador me invadió la nostalgia. Habían pasado más de 20 años desde la última vez que estuve allí, en una fiesta por nuestra graduación de colegio. Aunque mis recuerdos me llevaron aún más atrás. A nuestra infancia, cuando corríamos jugando a las cogidas con sus primos, o saltábamos en la “cama elástica” de sus abuelos. Lo que más me sorprendió es que décadas después, ese ambiente de vida en comunidad, de familia unida, de tribu, todavía se mantenga.  

Evidentemente Camila ya no vive en la casa de su infancia, esa es la casa de su mamá, en la que vivía con sus hermanas Emilia y Claudia. Ahora ella tiene casa propia, que fue construida en el mismo terreno en donde todavía residen sus tíos, algunos de sus primos y hasta hace unos años, su adorada abuela Fanny.  

Existe una diferencia muy grande entre casa y hogar. Casa son paredes, estructuras y pisos. El hogar emite aromas, evoca recuerdos, sabe a rutinas y está compuesto por espacios que personifican el estilo de vida de sus habitantes. En el hogar de Camila se consumen alimentos orgánicos que cosechan de su huerto o de los árboles de aguacate y guabas. Por las mañanas se escuchan las risas de sus hijos Ana y Juan Pedro, que por ahora estudian en casa.  

Este hogar se viste de colores con la buganvilla del jardín y se tiñe de verde con las innumerables plantas que ha sembrado en diversos maceteros. Algunas paredes están decoradas con fotos de Ana y Juan Pedro, y también con sus dibujos enmarcados. Los libros tienen protagonismo, tanto en la habitación principal como en un maravilloso estudio, en donde realiza sus tareas laborales. Hay tantos títulos que podría quedarme horas clavada mirando cada uno de ellos. Cuando cae la oscuridad se escuchan los murmullos de Camila leyendo Harry Potter a sus hijos y ellos concentrados al máximo antes de decir buenas noches.  

Mientras recorro su casa respiro aire fresco. Todas las habitaciones están conectadas con el jardín. Los espacios son luminosos. Es evidente el apego por lo natural. La arquitectura es rústica, pero contemporánea. Resalta la madera (en vigas, marcos de puertas, ventanas y muebles), el ladrillo visto está presente en varias paredes, dándole ese toque campestre que se conjuga armoniosamente con el entorno. Junto con el equipo Clave! tuvimos el privilegio de compartir algunas horas en este hogar cálido y sin pretensiones. Eso nos permitió conocer no solo la casa de Camila, sino a la mujer que habita en ella.  

Camila estudió Educación Infantil y Psicología. Realizó una maestría en Educación Especial en la Universidad de Cádiz. Su especialidad es la educación para primera infancia a través del juego. En Gymboree, una franquicia internacional dedicada a la estimulación y educación temprana desarrolló su trayectoria durante 14 años.  

Actualmente es profesora en un colegio privado pero por la pandemia lleva más de un año trabajando desde casa. Al igual que Ana y Juan Pedro, de 9 y 7 años respectivamente, han establecido rutinas diarias que les permiten convivir y compartir, a pesar de la adversa situación del encierro. Su casa es el centro de operaciones de los tres integrantes.  

Camila no se sumerge en la adversidad. Es una mujer que vive el presente que asume la pandemia como una oportunidad para disfrutar de su casa, de sus hijos, de su mamá, de su familia más cercana. Hace pocas semanas cumplió 40 años. Está en un punto de madurez profesional y personal que le ha proporcionado la lucidez necesaria para discernir entre lo que quiere y lo que desea alejar para siempre de su vida.  

Es una madre dedicada, pero entre risas asegura que “no es una esclava de sus hijos”. La broma es una aseveración justa, pues ninguna relación debe suponer esclavitud. Y ella ha sabido romper las ataduras a tiempo. Es en la libertad en la que crecemos, tanto en mente, como en espíritu. El deporte (salir a trotar) y tener tiempo con sus amigas es vital. Como lo es también la lectura. Forma parte de un club con otras tres amigas lectoras. En su estudio, su librero está rebosante. Encuentro títulos de literatura de todo tipo, e indudablemente muchísimos sobre educación y psicología.  

Lo más importante para ella es la coherencia. En su estilo de vida procura que todo esté enfocado en el mismo propósito. También utiliza un término de educación: modelar. Cree firmemente que los niños aprenden de lo que modelan sus padres. Si su casa fue construida respetando el entorno natural, hace sentido que sus hijos respeten con fervor la naturaleza.  

En su despensa nada está almacenado en fundas plásticas, tampoco hay alimentos ricos en azúcar. Juan Pedro cuida el huerto y Camila es quien riega las plantas del jardín. Ana, la señora que trabaja en su casa, recicla y reutiliza los envases de vidrio. Tienen gran orientación comunitaria. Prueba de ello es el negocio artesanal que sus hijos instalaron durante la pandemia. Ahora Ana, Juan Pedro y Elena elaboran dulce de leche, con la receta de la abuela Fanny, y las ganancias las reparten entre los tres “socios”.  

Se puede decir que Camila es multifacética. Su trabajo como profesora, el tiempo con sus niños, las tareas en la casa y los espacios que busca para su crecimiento personal, da para pensar que en su agenda no cabe nada más. Sin embargo, Camila también ha desarrollado un emprendimiento con sus hermanas Emilia y Claudia. Las tres son las dueñas de Kombo Kombucha y su producto ya está consolidado en el mercado.  

Para conocer más sobre su negocio y los roles de cada hermana, Camila y yo nos sentamos apaciblemente, y entre sorbos de kombucha de mandarina, me relata el emprendimiento familiar.   

¿Por qué entraron en el negocio de la kombucha? 

Hace 8 años mis hermanas, Claudia y Emilia tuvieron un accidente de tránsito. Claudia, como consecuencia, tomó antibióticos por tres o cuatro meses y eso deterioró su flora intestinal. Ella buscó una alternativa natural para volver a equilibrar su microbiota y descubrió la kombucha.  

¿Qué es la kombucha?  

Es una bebida de té fermentado por una colonia de microorganismos y levaduras. Esos microorganismos se conocen como probióticos y contribuyen al equilibrio de la flora intestinal, regula la digestión, desinflama el cuerpo y ayuda a bajar de peso. Fortalece el sistema inmunológico, desintoxica y limpia el tracto digestivo, entre otras funciones.  

¿Cómo debe ingerirse? 

No hay una prescripción específica. Hay personas que la beben en ayunas. Otras como bebida hidratante después de hacer ejercicio. Con las comidas, entre comidas. La kombucha reemplaza jugos y sodas edulcoradas. Es una opción saludable que los nutricionistas la incluyen en ciertas dietas. Recomendamos que la ingesta sea, de ser posible, un vaso al día.  

¿Cuáles son los beneficios de los probióticos? 

Hay estudios científicos que determinan la importancia de consumir alimentos o suplementos ricos en probióticos porque proveen equilibrio a nuestra salud intestinal, y está comprobado que esto tiene relación directa con la salud mental. Ayuda a combatir depresión, ansiedad, insomnio, entre otras enfermedades. También cura patologías gastrointestinales, mejora la elasticidad de la piel, previene la caída del cabello. Es increíble todo lo que pueden hacer estos microorganismos.  

¿Puedes mencionar alguna patología gastrointestinal? 

Previene úlceras, cura gastritis. La kombucha mata las bacterias dañinas que producen H.Pylori. Mejora el sistema digestivo porque aumenta la acidez del intestino.  

Mencionaste la relación con la salud mental…  

La kombucha tiene un gran aporte de vitaminas B y C. Las vitaminas B1, B6 y B12 ayudan a prevenir la depresión, estabilizan tu estado de ánimo y mejoran la concentración. La vitamina C suprime la secreción de cortisol es decir, ayuda a prevenir que tu cuerpo entre en estado de estrés.  

¿Otras estrategias para que los más obstinados acepten consumirla? 

Tiene excelentes propiedades hidratantes y aunque se elabora con azúcar, el hongo metaboliza el azúcar y la procesa. Es una manera segura de consumir algo dulce sin riesgo. Hasta es posible preparar bebidas alcohólicas mezcladas con kombucha.  

¿Cómo están divididos los roles de las tres en el negocio? 

Emilia es ingeniera de alimentos. Ella se encarga de la formulación y desarrollo del producto. Claudia es la encargada de Comunicación y Marketing, y yo me encargo de la logística y distribución del producto.  

¿Cuáles son los pros y contras de trabajar en familia? 

Lo más lindo es que existe una relación de confianza, de amor, de apoyo entre nosotras. Cada una sabe a fondo la realidad de la otra, entonces el equipo es condescendiente. También es maravilloso el ejemplo que damos a nuestros hijos. Quizá la desventaja es que en cierto punto puede haber más informalidad. Es decir, excusarse de una reunión o pedirle a la otra que nos reemplace en una tarea específica. Pero ahora, con el crecimiento del negocio, todas cumplimos nuestros roles a cabalidad y somos muy autoexigentes.  

Hay personas que hacen kombucha en casa. ¿Es un proceso fácil?  

No necesariamente. Mi hermana Emilia tiene conocimiento científico para su proceso. Ella mide el PH, sabe cómo cultivar y preservar los hongos. Por ejemplo, si hace frío el tiempo de fermentación aumenta. Es importante que sepan que procesamos en lotes pequeños, no nos hemos industrializado, y envasamos en vidrio ámbar para que los microorganismos se mantengan vivos y sus propiedades estén al 100%.  

¿Es una bebida gaseosa? 

El gas es natural del proceso de fermentación.  

¿Qué sabores ofertan? 

Frutos rojos, que contiene frutilla, mora y menta, con propiedades antinflamatorias; jengibre que es energizante; mandarina que es rica en vitaminas y antioxidantes; piña y hierbabuena, que son refrescantes.  

¿El mercado estaba preparado para su producto?  

En Ecuador pocas personas conocían o bebían kombucha. En California había un boom del producto. Porque allá el estilo de vida saludable inició mucho antes. Ahora hay fieles consumidores de kombucha en el país. Con la pandemia hay gente más informada que busca opciones para fortalecer su sistema inmunológico, eso ha sido una oportunidad para nosotras.  

¿Cómo llegan a sus clientes? 

Nuestro canal principal es Instagram. Mi hermana Claudia organiza lives todos los jueves. Ofrecemos charlas con especialistas como nutricionistas o psicólogos, que fortalecen el mensaje de cuidar la salud. Nuestros seguidores pueden hacer pedidos directos, tenemos entrega a domicilio y ofrecemos planes de suscripción mensual, quincenal o semanal con precios preferenciales. También pueden encontrar nuestro producto en Juan Granel en el sector de La Primavera, Floralp, Kiwa Market, Grial Food and Kitchen, Cyrano, Corfu, Go Fresh y My Natuorganic.  

¿Quiénes son sus clientes?  

Personas informadas, consumidores de productos saludables. Pacientes de nutricionistas. Health  

Me imagino que toda tu familia consume kombucha.  

A mí me encanta y la bebo todos los días. A mis hijos no les gusta, pero mis sobrinos la consumen desde bebés. Es gratificante crecer en un negocio que tiene relación con tu estilo de vida. Como te decía antes, busco ser coherente en todo lo que hago, sin dejar ningún aspecto fuera de esa coherencia.