Por: Lorena Ballesteros

Ecuador es un país privilegiado por su biodiversidad. Aquí se encuentran una cantidad de árboles y plantas que alimentan a un sinnúmero de aves y mariposas. En los últimos años es más palpable la conciencia por la conservación y por establecer una nueva relación con el medio ambiente.

En el caso específico de Quito, que es una ciudad con mucho crecimiento poblacional y desarrollo urbanístico acelerado, el compromiso por recuperar espacios verdes, por incluir en su cotidianidad aire puro y naturaleza, se va concibiendo como una tendencia actual.

Aunque el trabajo del paisajista gana protagonismo al momento de construir nuevos proyectos, o de decorar jardines en viviendas particulares, hay pocos profesionales que, además de diseñar jardines, se dedican a la recuperación de las quebradas de la ciudad. Inflorescencia Nativa es una empresa que desde 2009 trabaja en tres líneas relacionadas con paisajismo: diseño, recuperación, plantación, y riego. Andrea Gómez, su fundadora, nos cuenta sobre su experiencia en estas áreas.

Andre Gómez

Andrea Gómez

¿Cómo describes tu estilo en diseño de jardines?

Nuestro concepto va relacionado directamente con el diseño arquitectónico del proyecto. Nos centramos en plantas nativas, pero la experiencia que creamos está enfocada en el entorno. A pesar de que la creación del paisaje como tal es casi al final de la obra; el diseño, el concepto y los espacios, deben ser definidos desde que se concibe el proyecto, y por ello es importante que el paisajista se involucre desde el principio.

¿Qué tipo de plantas utilizan?

Todo depende del arquitecto. Somos flexibles. En paisajismo de edificios o casas utilizamos plantas nativas y plantas introducidas. Hay que tener en cuenta que hay algunas que crecen mejor en sombra, otras en clima más cálido o húmedo. Las hortensias son de frío, entonces si las planto en Cumbayá no van a crecer igual y van a requerir de más cuidado. El cholán es hermoso para el valle, o la mimosa quitensis que es nativa de la Hoya de Quito.

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¿Qué debe transmitir un espacio verde en un hogar?

Creamos experiencias. Tenemos plantas nativas de aquí y también usamos plantas nativas de Brasil como la caliandra, y otras nativas de México, y de Arabia. La mezcla del diseño del arquitecto con el paisaje es la sutil experiencia que queremos transmitir.

¿Cuál es el primer paso?

Es importante una entrevista o reunión inicial con el cliente para entender a cabalidad el proyecto. Para nosotros lo más importante es el diseño propuesto por el arquitecto, porque nuestro trabajo consiste en enmarcar ese diseño.

Entre sus trabajos más completos está la labor hecha en la Urbanización La Quinta…

Sí, la experiencia Inflorescencia Nativa se percibe en las 53 hetáreas de la urbanización. Diseñamos veredas formando túneles con algarrobos, en donde el cholán (árbol nativo- Tecoma Stans), juega un papel primordial como lo hace en la quebrada del Río Machángara. Se hicieron calles, conservamos árboles viejos como quishuares, mimosas quitensis y lecheros. También se hizo el parque lineal con espacios para ejercicios familiares con caminos y espacios para bird watching, ya que todas las plantas implementadas tienen el objeto de reconstruir el ecosistema y por ende atraen mariposas y variedades de pájaros. También se hizo el diseño de la entrada, del parque downhill para bicicletas; la recuperación de la quebrada, y los jardines comunales con diseños de riego para el deleite del juego de agua.

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¿Cuál es el cuidado que debe brindarse a estas plantas?

Las plantas nativas deben ser cuidadas según las especificaciones dadas. Necesitan de agua, poda y abono para tenerlas en su máxima expresión. Muchas de las plantas usadas en nuestros proyectos no se encuentran en ningún vivero ya que son plantas que a lo largo de la historia se fueron perdiendo. De ahí que se puede ver especies únicas que construyen una experiencia diferente y constante a largo plazo.

¿Cuál es el compromiso del paisajista con el medio ambiente?

Recuperar el ecosistema que se está perdiendo. Cuando hay obras de construcción y proyectos de urbanismo se realizan movimientos de tierra que provocan impacto ambiental. Para nosotros es sumamente importante contener ese impacto. Además, Inflorescencia Nativa es valorada por la Secretaría de Ambiente por ser la única empresa de diseño de jardines que hace recuperación de quebradas y páramos.

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¿Cómo se da el proceso de recuperación de quebradas?

Lo más importante es conocer las especies y el entorno. Si vas a una quebrada debes entender qué crece ahí, que había ahí, qué pasó antes… Ese es el punto de partida para recuperarla. Luego hacemos un estudio con transeptos, que son divisiones de tres por tres metros, para saber el tipo de especies que se usarán y el tipo de animales que volverán o se alimentarán de estas especies. La recuperación es integral.

¿En cuánto tiempo puede una quebrada recuperarse?

En un mínimo de un año. Lo complejo es que hay que ir sembrando las especies, pues no son plantas que se puedan adquirir en un vivero.

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¿Recuperación y paisajismo son dos temas distintos?

Claro, porque en la recuperación nosotros decidimos qué especies usar de acuerdo a lo que allí creció alguna vez. En el paisajismo nos debemos a un cliente y a un diseño arquitectónico. Además, debe haber una relación estrecha entre urbanismo y paisajismo, y aquí es importante el tema de las plantas endémicas. No se puede sembrar algo porque es bonito o porque por unos años encajará en el entorno. Aquí no hay conciencia de ciudad a largo plazo. Hay ceibos brasileros en la vereda de la Shyris y Eloy Alfaro. Esas no son especies para un espacio pequeño como una vereda.

¿Qué consecuencias trae sembrar árboles que no pertenecen al entorno?

Hay que entender sus implicaciones de acuerdo al lugar en el que van a crecer. Acá se ha dado mucho el árbol de tilo, que atrae mirlos, especie que se alimenta de los huevos de otros pájaros. Entonces si voy a tener otros árboles que me van a atraer más pajaritos, debo saber que pueden no compaginar con los mirlos.