Varios estudios a nivel mundial determinan que la construcción es una de las industrias más contaminantes. De hecho, se afirma que el 40% de la contaminación del planeta está ligada directa o indirectamente a actividades constructivas, y es por esta razón que, hoy por hoy, este sector económico es uno de los más regulados en aspectos de protección ambiental.

Toda actividad del ser humano genera una huella de carbono, esto no es nuevo, pero es desde hace pocos años que hemos empezado a tomar verdadera consciencia de la consecuencia que esa huella va dejando en el mundo. Y ha llegado el momento de tomar acción.

Henry Yandún, Presidente de Kubiec, da ejemplo de lo que cada uno puede, y debe hacer, en función de su responsabilidad con la sociedad. Kubiec es la primera industria pesada de Ecuador en ser carbono neutro. Aquí los detalles de lo que esto implica.

¿La sustentabilidad es un tema de principios?

Principalmente, sí. Los accionistas de Kubiec somos personas transitando la tercera edad y lo discutimos muy seriamente. ¿Cómo construimos el país sin destruir el planeta?, fue la pregunta. Y la respuesta fue compensar nuestra huella de carbono antes de pasar la posta a la próxima generación. Hacer los deberes y cumplir con nuestras obligaciones éticas, para, a consecuencia, ofrecer a los usuarios productos sustentables hechos con materiales que producen la menor contaminación posible.

¿Es más caro construir con materiales sustentables?

Si hacemos una valoración total del proyecto, los productos sustentables son mucho más económicos. Si solamente se compara el costo de una pared de steel framing con una de bloque, la de bloque será más barata, pero al tener mayor peso requerirá mayor cimentación y otro nivel de estructura soportante, lo cual encarecerá el costo del proyecto. Eso, sin considerar los ahorros que el usuario tendrá en electricidad y consumo de agua para siempre. Es el consumidor quien debe marcar sus preferencias a la hora de comprar, y decidir por lo sustentable versus lo tradicional.

¿El consumidor está preparado para entender la diferencia?

Los jóvenes tienen esta tendencia muy marcada, pero hay que seguir educándolos para que no sea solamente una palabra de moda. Se ha abusado mucho de la etiqueta verde en todos los productos imaginables, y esto atenta contra la credibilidad que tienen las certificaciones auténticas, hechas por empresas serias, que buscan dar fuerza al proceso de ser carbono neutro. Nada hay nada más perjudicial que confundir al consumidor porque el efecto que causa es exactamente lo contrario a lo que busca este proceso. El objetivo no es tener un eslogan o una etiqueta, es demostrar lo que hacemos en la materialidad de nuestros productos.

¿Cómo marcar el rumbo para ser una industria carbono neutro?

Kubiec es una industria en el sector de acero y metalmecánica, y para lograr compensar nuestra huella de carbono tuvimos que contratar asesoría especializada, pasar por un proceso muy minucioso, hasta obtener la certificación emitida por una empresa alemana. Ecuador está tarde en este proceso, en Europa, por ejemplo, ya se habla de casas pasivas. Eso quiere decir que si una casa genera huella de carbono 10, pues deberá generar una compensación 10 para no dejar huella. Ese es el objetivo.

¿Cuándo empezó la gestión en Kubiec?

Hace un par de años. Contratamos a una empresa especializada para que mida nuestra huella de carbono. Analizaron varios factores: cuántas horas están prendidos los motores, cuánto se consume de combustible, cuánta luz se consume y hasta cuánto gastan los empleados en movilizarse, y la más contaminante, de dónde vienen las materias primas que usamos en la fabricación del producto final. Es una auditoría muy profunda.

Henry Yandún - KUBIEC - Revista CLAVE 114

Henry Yandún, Presidente de Kubiec

¿Cuál fue el resultado?

Que generamos alrededor de 37.000 toneladas anuales de CO2. Para un mejor entendimiento de lo que eso implica, una tonelada de CO2 equivale a una esfera de entre 8 y 10 metros de diámetro de contaminación. Con esos resultados contratamos una empresa alemana, top a nivel mundial, que verifica si la medición fue hecha correctamente y la certifica. Finalmente, con los resultados certificados de nuestra huella de carbono, nos pusimos manos a la obra.

¿Determinaron cuáles son los procesos más contaminantes?

Sí, consumo de energía y transporte de materia prima, que proviene de Japón, China e India, países que están al otro lado del mundo. El transporte se hace en buques que generan muchísima contaminación. Casi todos nuestros procesos son automáticos y tenemos un control numérico que determina la huella de carbono que generamos, con el objetivo de compensarla. A pesar de todas las estrategias que hemos aplicado estamos en déficit, es decir, quedamos con deuda.

¿Qué estrategias se aplicaron?

Compramos la mayoría de acciones en una hidroeléctrica pequeña ubicada en Chinchilla, para autogenerar los tres megavatios de electricidad que consumimos. Esa hidroeléctrica tiene una particularidad interesante, no tiene una represa y por lo tanto no paraliza el río, no daña su flora y fauna y no destruye el entorno. Lo que tiene es una especie de embudo por donde cae el agua y da la potencia que se requiere para generar energía. Además, pusimos paneles fotovoltaicos en la cubierta del techo de la planta, para generar un megavatio de electricidad, a pesar de que tenemos capacidad para generar muchísimo más.

¿Por qué no lo hacen?

Porque tras la ley vigente hay una resolución absurda que no nos permite. Para generar un megavatio se necesitan 5.000m2 de techo para colocar paneles fotovoltaicos, y en nuestras fábricas tenemos alrededor de 50.000m2 de techo que podríamos usar para producir energía, pero esta ley impone un límite de un megavatio de producción para las empresas privadas. Esperamos que el presidente Noboa revise esto y, en honor a la lógica, se elimine ese tope.

¿Con esto se podría compensar el déficit en la huella de carbono?

Se haría un mejor trabajo, pero también hay otra opción para compensar la huella de carbono, a través de la compra de bonos de carbono, pero al respecto hay otro absurdo a nivel de resolución en la legislación ecuatoriana. Increíblemente una empresa local no puede comprar bonos de carbono en un bosque en Ecuador, lo puede hacer en otros países, pero no aquí.

Absurdo. ¿Por qué?

Seguramente porque se han dado casos de malas prácticas, donde proyectos mal estructurados vendieron tres o cuatro veces el mismo bosque, desvirtuando el objetivo de la compensación. Nosotros, asesorados por expertos, recurrimos a una base de datos de Naciones Unidas en la que constan los proyectos de bonos de carbono cuya estructuración y manejo están certificados. Hemos invertido en bosques de África y Centroamérica para compensar nuestra huella de carbono, pero el afán es hacerlo en bosques ecuatorianos.

¿Con qué periodicidad se debe medir la huella de carbono?

La medición se hace y se certifica anualmente. Debe ser manejada por expertos y es importante que exista el compromiso de los accionistas y colaboradores de las empresas para que realmente tenga valor. Cada año habrá que mejorar a consciencia los procesos de producción, hacer nuevas inversiones para optimizar recursos, consumir menos energía, y finalmente compensar el déficit que la operación refleje, que en nuestro caso siempre existirá, porque el transporte de materia prima, que es nuestro mayor contaminante, es ineludible.

¿Hay algún incentivo tributario relacionado con la compensación de la huella de carbono?

No, la mayoría de empresas lo estamos haciendo por consciencia propia. Muchas están en etapa de medición, otras han dado el paso a la optimización de recursos y procesos, y otras, como Kubiec, ya somos carbono neutro y lo decimos con orgullo. Nuestro propósito empresarial es existir para acelerar el cambio hacia la construcción sustentable, y en eso estamos: generando menos huella de carbono, y, a la par, fabricando productos que generan menos huella de carbono.

¿Qué productos son esos?

No producimos bloques de cemento, porque es uno de los productos que más huella de carbono genera en la construcción, y hemos creado soluciones para paredes como streel framing. Me explico, la pared tradicional de bloque pesa 200kg el metro cuadrado, la de steel framing pesa entre 40 y 50kg, es decir que representa ¼ del peso para efectos de transporte, cimentación y estructura soportante, y esa diferencia reduce drásticamente la huella de carbono producida. Otro producto en nuestro portafolio son los techos termo acústicos que minimizan el uso de aire acondicionado generando un gran ahorro en energía y en dinero. Dato curioso: en cada metro cuadrado de aislamiento que producimos utilizamos 26 botellas de plástico recicladas, que son recuperadas del mar.

¿Cómo consiguen esta materia prima?

Este proceso forma una cadena interminable que involucra absolutamente todas las etapas de producción, empezando por la selección idónea de proveedores. Exigimos certificaciones a todos nuestros proveedores y tomamos la decisión en base al que menor huella de carbono genera. Por ejemplo, el acero que consumimos es reciclado. Contamos con asesoría internacional de una empresa que se llama London Consulting para mejorar la eficiencia en nuestros procesos productivos, que también involucra el importante aspecto de educar a nuestros colaboradores. Ellos deben estar conscientes de que en sus hogares y en su movilización diaria también generan huella de carbono, y entender que hay mecanismo para reducirla. Esto es un esfuerzo de todos. Ecuador lamentablemente está muy atrasado en cultura de sustentabilidad.