Por Caridad Vela
Comprar vivienda no es solo una transacción, es ese momento en que una pareja se mira frente a frente y dice: “aquí vamos a empezar de nuevo”. Es el instante en que una madre imagina la habitación de sus hijos, o un joven ve su reflejo en el espejo y decide que es momento de salir de la casa de sus padres o dejar de alquilar para tener algo propio.
Comprar vivienda es una decisión repleta de ilusiones, planes y sueños que poco a poco se acomodan dentro de cuatro paredes, pero también conlleva importantes decisiones que deben tomarse prolija y acertadamente. Y es que en medio de tanta emoción, es fácil perder de vista aspectos esenciales de la transacción, como la parte legal y bancaria en el proceso de compraventa.
La compra en planos es una alternativa permitida por la ley, de hecho, todos los proyectos inmobiliarios salen a comercialización cuando tienen el permiso de construcción y los planos aprobados. Ese preciso momento, cuando arranca la venta, es una interesante oportunidad para tener tu casa nueva, porque el esquema de pago que te van a proponer te dará mayor holgura para pagar el porcentaje de la cuota de entrada. Además, te permitirá hacer cambios en la distribución de los espacios interiores y elegir a tu gusto el color de los acabados.
Cuando te entreguen tu vivienda disfrutarás de espacios en los que nadie ha vivido antes. Las energías las pondrás tú, no traerán carga pasada. Pero, a diferencia de comprar inmuebles de segundo uso, aquí todavía no hay casa que visitar. Lo que verás son planos, renders, promesas y fechas de entrega. Por eso es fundamental saber con quién estás negociando. ¿Quién es la constructora? ¿Qué proyectos ha entregado? ¿Cumple con lo que ofrece? ¿Qué pasa si se retrasa? Y, muy importante, ¿qué dice la promesa de compraventa?

Si no estás familiarizado con la terminología legal o nunca antes has comprado inmuebles, la recomendación es que encuentres un abogado de confianza para que revise el texto del contrato de promesa de compraventa. Ese documento, una vez firmado, es ley para las partes involucradas en el negocio y, por lo tanto, debe incluir tanto derechos cuanto obligaciones para cada uno, además de multas o penalidades en caso de incumplimientos entre los firmantes.
El siguiente paso es controlar tus finanzas para que no tengas problema en pagar las cuotas mensuales hasta cubrir el porcentaje de entrada. Recuerda que cuando se acerque la fecha para recibir tu vivienda, debes adelantar los trámites para obtener tu crédito hipotecario, como presentar la documentación requerida y actualizada, de tal manera que, cuando llegue el día de recibir tu casa, el proceso concluya sin demoras con la constitución de la hipoteca a favor del banco y las firmas en el contrato de compraventa final.
Si compras vivienda de segundo uso la historia es distinta. La casa ya existe, la puedes ver y sentir, pero no te dejes deslumbrar a primera vista. Tal vez entras a un departamento bien iluminado con acabados que te encantan, te enamoras del paisaje que se admira desde la sala, te seduce el jardín, te imaginas preparando café un domingo por la mañana en la cocina integrada a la sala… Todo eso es fundamental, tienes que sentir la energía que te dan los espacios, pero hay que ir más allá del impacto visual.
Détente, da un paso atrás y mira bien las paredes, los pisos, los techos. ¿Hay manchas de humedad bajo la pintura? ¿Las puertas cierran bien? ¿Las instalaciones eléctricas funcionan? Prueba cada grifo, cada enchufe. Si el inmueble es parte de un condominio, conoce todas las áreas comunales, aun si no piensas usarlas.
Hasta aquí todo es tangible. Lo ves, lo tocas, pero luego viene lo que no se ve: los documentos legales de respaldo del inmueble. No basta con que la propiedad te guste, debes asegurarte que todo esté legalmente en regla. Un consejo importante en este punto es que confiar, incluso en amigos, puede ser un error costoso.
Pide las escrituras originales, confirma que quien lo vende es realmente el dueño o tiene un poder notarizado para representar al propietario en esta compraventa, revisa el historial en el Registro de la Propiedad para saber si hay hipotecas, deudas o embargos, pide el certificado de catastro del predio para verificar que está al día con pagos de impuestos y tasas. Si el inmueble es parte de un condominio, el certificado de expensas te permitirá saber si las alícuotas están pagadas al día. Todo esto es de radical importancia.

Suena complejo, y lo es, pero es necesario. Recuerda que la compra precipitada de un inmueble de segundo uso puede convertirse en un proceso judicial interminable, o en un bien que nunca será tuyo aunque lo hayas pagado.
Pero no todo es riesgo. Comprar vivienda es una oportunidad para proyectarte a futuro, construir tu patrimonio y generar estabilidad para ti y tu familia. Lo único que debes evitar es que esa emoción se opaque por problemas evitables. Infórmate, revisa, consulta, no temas hacer preguntas incómodas, asesórate, no estás comprando paredes: estás comprando seguridad y tranquilidad.
Compra con el corazón, pero también con inteligencia. En medio de toda la tramitología legal y bancaria que puede ser engorrosa, hay momentos memorables que nunca olvidarás. Por ejemplo cuando te entregan las llaves de tu hogar por primera vez, cuando entras en él y sientes el eco de un espacio vacío que se llenará con las risas de tu familia y amigos, con los muebles, los adornos y las fotos. Cada recuerdo lo vas a poner tú con el paso del tiempo. Y ese será tu hogar.