SU MISIÓN: REACTIVAR EL TURISMO 

Reinventarse, pensar fuera de la caja y mirar al futuro con otros ojos es ahora una tendencia de mayor contagio que la misma pandemia. Ese es el aire que se respira en las oficinas de Niels Olsen, Ministro de Turismo, donde hay un constante ir y venir de gente altamente calificada (conozco personalmente a varios), trabajando con un norte definido. 

Ese norte está inundado de optimismo. El esfuerzo está enfocado en ejecutar estrategias para dinamizar el sector turístico, probablemente la actividad más golpeada por la crisis sanitaria, que sin duda alcanzó su punto más bajo durante el último año. Si bien es cierto que factores exógenos causaron esa brusca caída, no menos cierto es que llegó la hora de poner manos a la obra para rescatarla. 

No será fácil, el Ministro no lo puede hacer solo, y lo sabe. Tal vez por eso empieza su diálogo conmigo puntualizando que este es el “gobierno del encuentro”, y hace un llamado a todos los ecuatorianos a arrimar el hombro. 

¿Empecemos con una radiografía de la situación? 

Hay varios puntos importantes sobre los que debemos trabajar, pero tal vez el más sorprendente es que encontré que había un divorcio entre el sector privado y el sector público relacionado con la industria turística. No estaban en el mismo bote ni remaban hacia los mismos objetivos, y eso hay que superarlo. Este es el gobierno del encuentro, y hacia allá debemos caminar, porque ni el sector público puede ser eficiente sin el apoyo del sector privado, ni viceversa. 

¿Qué es lo más urgente? 

La creación de la Ley Orgánica de Turismo. Es increíble que siendo una actividad tan importante, que podría traer enormes recursos al país, no tenga una ley actualizada. He firmado el acuerdo ministerial que da paso a la conformación de un comité de alto nivel técnico, para empezar a trabajar en el borrador de esta ley. Estará listo en 60 días. Cuando tengamos ese primer documento lo socializaremos con el sector privado para contar con su criterio, y en base a eso trabajaremos el proyecto final. Espero presentarlo en la Asamblea Nacional en los próximos tres o cuatro meses.  

La Ley Humanitaria permitió un importante refinanciamiento de deuda para empresas del sector turístico, pero esos plazos han vencido y la crisis no se ha superado. ¿Hay alguna estrategia en mente para enfrentar esta situación? 

Nuestra competencia como Ministerio de Turismo es asistir a los empresarios para que puedan reestructurar su deuda, y de esa manera inyectar oxígeno a la industria. Estamos trabajando con otras instituciones públicas para encontrar una solución directa para el sector privado que está asfixiado. Esa gestión ya arrancó y estamos pendientes de lo que se resuelva. 

¿Cómo vamos a nivel de competitividad con otros países de la región? 

En cuanto a políticas de aviación, Ecuador está en el último lugar de competitividad en toda la región. ¿Qué tenemos que hacer? Mejorar tasas e impuestos. Por ejemplo, la eliminación del 5% de impuesto a la salida de divisas que pagan las aerolíneas. Solamente eliminando estos temas podremos firmar un acuerdo de cielo abierto con Estados Unidos, que lógicamente pide reciprocidad en el trato, y ellos no cobran ese 5%. Esta es la vía para liberar las frecuencias aéreas entre países. Perú, Colombia, Chile, Argentina ya lo tienen, y eso nos resta competitividad. Hay que tomar la decisión, y ejecutarla. 

¿Problemas a nivel de gestión pública? 

Los hay. Por ejemplo, veo que entre los años 2015 y 2019, es decir, en cuatro años, Ecuador incrementó en alrededor de cien mil el número de pasajeros internacionales que llegaron al país, mientras que en otros países de la región es número fue de un millón. Y otro punto importante, en 2019 Ecuador recaudó $60 millones por concepto de tasas provenientes del impuesto eco delta, y destinó solamente $1.8 millones al sector. Otros países de la región se promocionaron con presupuestos de entre 50 y $60 millones. 

¿Esa recaudación no va directamente a promocionar el sector turístico? 

Esas tasas fueron creadas para la promoción y desarrollo del país, pero los fondos que se recaudan van a la caja única, es decir al Presupuesto General del Estado. En otras palabras, el Ministerio de Turismo y la industria turística están subsidiando otras carteras de Estado, u otras acciones del gobierno. Eso hay que cambiarlo. 

¿Cómo? 

Lamentablemente es inconstitucional pre-asignar fondos a los ministerios, a excepción de Salud, Educación y Tecnología. Para modificar esto necesitamos reformar la Constitución y eso debe pasar por la Asamblea Nacional. Sin embargo, estamos trabajando para encontrar la vía legal para comprometer esos fondos con el Ministerio de Economía y Finanzas, y utilizarlos para el objetivo para el que fue creado ese impuesto, que es la promoción y desarrollo turístico del país. Esos fondos se utilizarían exclusivamente en inversión para promoción, nunca en gasto corriente.  

Si contaría con esos fondos, ¿a qué los destinaría? 

En términos prácticos, los dos frentes que vamos a atacar con mayor fuerza son promoción y conectividad. Ecuador es un país que ofrece experiencias auténticas y únicas. Nuestra desventaja es que no somos el país que más suena a nivel internacional, pero eso hoy se convierte en una gran ventaja, porque el turista post pandemia busca evitar aglomeraciones, y quiere vivir experiencias fuera de lo común, únicas, exóticas y auténticas; en otras palabras, desconocidas. Ecuador ofrece experiencias vírgenes para el turista extranjero, y esa es la ventaja competitiva que tenemos que explotar para posicionarnos a nivel internacional.  

¿Cómo comunicarlo al mundo? 

A través de un trabajo articulado entre la empresa pública, el Ministerio de Turismo y la empresa privada, para conectar a los posibles compradores con los vendedores y ofertar estas experiencias. Nuestro mercado principal es Estados Unidos, el turista de ese país gasta entre $1.000 y $1.200 por persona durante su estadía, y hacia allá debemos reforzar la promoción, sobre todo porque su proceso de vacunación ha avanzado bastante bien y eso les permite viajar.  

Otro problema es el promedio de noches de estadía de los turistas. ¿Cómo mejorarlo? 

Ese es uno de los indicadores importantes de eficiencia en el manejo del turismo en un país, y en Ecuador es muy bajo. Es un tema de promoción, pero también de esfuerzo conjunto entre todos los actores involucrados en la actividad. Si bien Galápagos es el atractivo más grande que tenemos, también debemos enfocar esfuerzos en la parte continental. Tenemos todo para el turista que busca recreación, y también para ser sede de convenciones y ferias internacionales. Hay que poner a rodar la rueda. 

¿Galápagos sigue siendo la joya de la corona? 

Es un diferenciador importantísimo, sobre todo ahora que el 100% de su población mayor a 18 años está vacunada. Galápagos es nuestra ancla. De la mano con la empresa privada creamos una maravillosa campaña de promoción, y lo presentamos públicamente en un evento al que asistieron muchísimos operadores turísticos, quienes trasladarán el mensaje a sus clientes en el mundo a través de sus representantes internacionales. 

¿La situación pandémica sigue siendo un obstáculo? 

Ecuador está en un muy buen lugar comparado con otros países de la región. De los 14 países de Sudamérica, solo tres bajaron de nivel 4 a nivel 3 en la calificación de los reportes oficiales Trade Warning de Estados Unidos. Uno de ellos es Ecuador. Nuestra meta es bajar a nivel 2 en los próximos seis meses. La popular frase en inglés, Ecuador is open for business, es la que mejor describe nuestra situación.  

Parte de la reactivación debería darse dentro de casa, es decir, que el ecuatoriano viaje por Ecuador… 

El mercado local es importantísimo, más aun en este momento en el que todos los destinos en el país están muy golpeados, y apoyarlos es responsabilidad de todos. Pronto estará lista la campaña Me Quedo en Ecuador, y va complementada con varios eventos que realizaremos para invitar los ecuatorianos a recorrer el país. Hay tantas alternativas que ofrecen experiencias maravillosas, y debo destacar que la atención que el cliente recibe en hoteles, restaurantes -por pequeños que sean- es extraordinaria.  

¿Su cronograma de acción? 

Aparte de lo dicho, a finales de julio presentaremos el Plan de Turismo que proponemos. Incluye nuestra visión como nueva administración, e involucra la participación de todos los sectores cuyas economías están relacionadas con actividades turísticas. Hemos conformado mesas técnicas con hoteleros, operadores de turismo, restaurantes y con todos los actores de la industria, para recoger sus inquietudes que, a la final, son aportes a este Plan que estamos elaborando. Este es el gobierno del encuentro. La única manera de salir adelante es hombro a hombro.