Por: Victoria Chiriboga
Agosto 2015 – Septiembre 2015

 

El bambú es un material de gran versatilidad que abre un mundo nuevo a la actividad de la construcción

 

La feria Madexpo, organizada por la Asociación Ecuatoriana de In-dustrias de la Madera, fue la sede del Congreso de la Madera y la Innovación, evento en el que integrantes de la industria maderera se dieron cita para conversar sobre nuevas tendencias. Los temas que protagonizaron este congreso fueron la construcción y el diseño sustentable. Con respecto al tema, se presentó al bambú como la alternativa más viable para remplazar a otras especies maderables en peligro de extinción.

 

Sin duda alguna, el mundo está dando un giro hacia una marcada preferencia por el uso de materiales amigables con el ambiente. Gracias a que el mercado inmobiliario y el de diseño han incorporado cada vez más el uso de bambú en sus procesos, las cifras reflejan que desde 1990 se han incrementado aproxi-madamente 1.6 millones de hectáreas de bambú alrededor del mundo.

 

En América Latina esta industria genera millones de trabajos cada año, ya que cerca del 11% de cada kilómetro cuadrado de bosques andinos está cubierto de bambú. Solamente en Ecuador hay aproximadamente cinco mil hectáreas cultivadas con Guadua Angustofolia, la especie que mayormente es utilizada para la construcción y producción de diversos artículos relacionados.

 La popularidad de su uso incrementa gracias a sus características únicas y ecológicas. Es capaz de prevenir la erosión de la tierra, protege los sistemas naturales de agua y la habilidad de secuestrar altas cantidades de CO2, convirtiéndose en un material con bajísimo impacto ambiental.

Con estas virtudes, no sorprende que el bambú haya evolucionado de la mano con la transformación del concepto de lujo en el mundo, siendo el material preferido para descubrir nuevas y revolucionarias formas de exponer materiales que, como éste, exis-ten desde siempre pero pasaban desapercibidos. La necesidad de desarrollar industrias amigables con el medio ambiente se convierte en prioridad.

El bambú es un material de gran versatilidad que abre un mundo nuevo a la actividad de la construcción. Permite crear casi cualquier cosa, desde estructuras hasta elementos decorativos, y no siempre se lo tiene que usar en su estado natural. Espacios únicos con calidad igual o mayor a la de cualquier otro material son posibles a partir de la utilización de esta planta, pues tiene la facilidad de adquirir colores y formas que ni la madera ni el concreto logran.

 

También conocido como “acero vegetal”, el bambú posee una fuerza y flexibilidad únicas. Tiene la habi-lidad natural de acompañar el movimiento de la tierra durante un temblor, lo cual lo convierte en un sistema estructural sismo resistente. También es considerado un elemento totalmente sustentable, pues al ser una hierba crece de manera tan rápida que su tiempo de cultivo es de ocho años, pudiendo así remplazar el uso de otras especies maderables, pues su impacto ambiental es sumamente bajo.

 

En este marco, las arquitectas Macarena Chiriboga, Sofía Chiriboga, y Frank Johnson han logrado potenciar la aplicación y uso de bambú. Llevándolo a nuevos territorios dentro y fuera del país, han demostrado que la maleabilidad de este material permite no solo innovar, sino también crear productos de alta gama que son amigables con el medio ambiente. Los tres ecuatorianos logran una visión que los lleva más allá de lo convencional, y les permite abrir un am-plio mercado que busca condiciones de lujo con la simplicidad que presta el material.

 

También conocido como “acero vegetal”, el bambú posee una fuerza y flexibilidad únicas

Macarena y Sofía Chiriboga sienten gran pasión por los materiales naturales, especialmente por el bambú. Fue en Bali, Indonesia, donde aprendieron y perfeccio-naron diferentes técnicas de construcción, además del adecuado tratamiento que se debe dar a esta planta, y sus usos. Después de trabajar en proyectos como el Green Village, conjunto de mansiones de lujo hechas 99% en bambú; y la construcción del hotel Suarga Sustainable Boutique Resort, donde la construcción es en base a maderas rescatadas alrededor del Asia; regresan a Ecuador e implementan sus conocimientos en proyectos que destacan por su belleza estética; transportando el lujo asiático a nuestro país.

“En Bali se nos abrieron los ojos a todo lo que se podía hacer con bambú. Nos percatamos que la creatividad era nuestro único limitante”, señalan Macarena y Sofía. Jugando con las dimensiones, y aplicando el correcto tratamiento y combinación de materiales, han creado una nueva tendencia de construcción que derroca los parámetros existentes del diseño.

 

La clave del nuevo lujo, que ellas denominan “barefoot luxury” o “simple luxury”, implica disfrutar tanto del interior de una casa como de la belleza del entorno en el que se encuentra implantada. Según esto, sus proyectos incorporan el concepto de vida hacia el exterior, hacia la naturaleza y el entorno. “Una casa tiene esa magia intangible cuando deja sentir la ar-monía que brota de estar en contacto constante con la naturaleza; y para ello hay que mantenerla lo más abierta posible”. A la par, la aplicación de este con-cepto trae una nueva funcionalidad a los espacios.

 

Con el respaldo de artesanos locales que conocen el material, los experimentos de diseño y construcción son constantes en cada proyecto. “El bambú es un material ancestral que ha sido utilizado durante siglos, pues antes de que exista el hormigón la gente lo utili-zaba como su única herramienta de construcción. En la costa ecuatoriana, por ejemplo, la gente lo sigue utilizando para diferentes estructuras”.

 

 

Frank Johnson es otro personaje involucrado con este noble material, pues el bambú le dio la oportunidad de explorar una serie de nichos comerciales muy diver-sos. La fascinación y la curiosidad por su potencial lo llevaron en 2011 a la creación de Indubambú, empresa de diseño que se dedica a explorar la funcionalidad de esta planta en la producción de pisos, tableros, vigas laminadas, decks y pérgolas, a base de bambú. Frank trabaja en conjunto con empresas como Studio Noa, en la creación de algunos de los muebles más sofisticados del país. El objetivo de Indubambú, es demostrar que es posible crear productos únicos y de la más alta calidad usando materiales naturales. Todo es cuestión de cómo se utilizan, y cómo, en este caso, se trabaja al bambú. “Al ser un material tinturable, lijable y con la posibilidad de ser terminado con diferentes recubrimientos, se obtienen acabados decorativos para combinar con todo tipo de ambiente”.

 

Otra prioridad de la empresa es proporcionar diseños e ideas innovadoras a sus clientes para demostrar los distintos fines que puede tener el bambú. Todo es cuestión de mantener una positiva predisposición a experimentar para descubrir nuevas fronteras de uso. Por ejem-plo, junto con Vogel Guitars creó una línea de guitarras de lujo, con formas clásicas, limpias y simples, con las que demostró la magnífica calidad acústica que el bambú da al instrumento.

 

Frank Jhonson. El objetivo de Indubambú, es demostrar que es posible crear productos únicos y de alta calidad usando materiales naturales

 

Otro producto que demuestra la funcionalidad infinita del bambú es la cerveza artesanal creada para Sabai Beer, una bebida de gran acogida que es elaborada en base a hojas de bambú. Con esto queda demostrado que todas las di-ferentes partes del bambú son utilizables, y que la imaginación es el límite.

Frank, Macarena y Sofía han juntado sus ex-perticias en algunos proyectos en los que su creatividad ha derivado en resultados remar-cables. La renovación de las tiendas de Re-pública del Cacao es un ejemplo. Trabajaron en equipo para crear un concepto que recreó el entorno en el que se desarrolla el proceso de producción del cacao hasta convertirlo en chocolate, y los visitantes se transportan al origen de esta industria.

Las estructuras fabricadas son diseños exclusi-vos que juegan con las texturas del bambú para transmitir un sentimiento más orgánico y natural. Para lograr el producto perfecto atravesaron un proceso muy metódico de diseño, re-diseño, pruebas del material, color y textura. Fue una experiencia muy interesante que complementó su admiración por el bambú de una manera original y diferente, la que hasta la fecha les proporciona un sinnúmero de satisfacciones. C!