ASESORÍA LEGAL

Entidades colaboradoras del Municipio del DMQ

Por Pamela Cevallos H.

Hace poco más de cuatro años, el proceso de aprobación de planos de los proyectos arquitectónicos e industriales que se querían plasmar en el Distrito Metropolitano de Quito debían cumplir con un proceso intenso y largo dentro de las dependencias municipales encargadas. Desde el año 2012, el Municipio capitalino tomó la acertada resolución de encargar este proceso a dos entidades colaboradoras que facilitan la obtención del visto bueno de los planos a los profesionales de la construcción.

Si bien esta decisión se tomó para acceder a peticiones por parte de los constructores que demandaban mayor agilidad en los procesos, los verdaderamente beneficiados son los compradores de inmuebles que hoy pueden, y deben, constatar las autorizaciones con las que cuentan los proyectos antes de entregar su dinero para reservarlos o comprarlos.

Dos entidades colaboradoras que hoy en día cumplen esa labor son la ECP, organismo ligado al Colegio de Arquitectos de Pichincha que lo hace desde julio de 2012; y Desintecsa. Su misión es “efectuar la revisión y verificación del cumplimiento de normas administrativas y reglas técnicas para emitir certificados de conformidad de proyectos de habilitación del suelo y edificación”. Ambas entidades buscan hacerlo de manera objetiva, transparente y profesional, y además ofrecen mejorar permanentemente su servicio.

Pero, pragmáticamente hablando, ¿en qué se traduce todo este objetivo? Lamentablemente en Ecuador es muy común encontrar construcciones informales, sobre todo en los barrios marginales y en poblaciones donde habitan ciudadanos de escasos recursos económicos. En el terremoto de abril de 2016 se comprobó que en Manabí gran parte de estas estructuras colapsaron y ocasionaron un gran número de pérdidas humanas. No obstante, tradicionalmente ha existido una suerte de ‘permiso social’ que ha hecho que esta práctica se generalice. Según cifras expuestas por el Colegio de Arquitectos, este tipo de construcción informal bordea el 60% en el Distrito Metropolitano de Quito, y los interesados en comprar inmuebles no deben arriesgar su inversión, y sus vidas, en este tipo de proyectos.

Precisamente esta es una de las razones por las cuales se crearon las entidades colaboradoras acreditadas por el Municipio de Quito, que se encargan de revisar y certificar los planos de las edificaciones; de revisar y certificar los planos modificatorios y ampliatorios de edificación; de la habilitación del suelo; de la propiedad horizontal; homologaciones y de la revisión simultánea de medios de egreso y visto bueno por parte del Cuerpo Metropolitano de Bomberos.

Si bien al lector podrá parecerle excesivamente técnica la explicación que proveemos a continuación, la intención de fondo es demostrar la radical importancia que conlleva la gestión realizada por las entidades colaboradoras en beneficio directo del interesado en comprar inmuebles. El Visto Bueno de los planos de cualquier proyecto involucra una serie de análisis, estudios, revisiones y permisos que redundan en mayor seguridad para todos, y por ello, la recomendación es verificar antes de comprar, para asegurarse de que el proyecto cuente con este Visto Bueno.

Para obtenerlo el constructor deberá entregar a la entidad colaboradora un juego completo de planos originales con el sistema de prevención y control de incendios, e incluirá la simbología de los sistemas de detección, alarma y extinción. El Cuerpo de Bomberos explica que el inspector técnico realizará la revisión a los planos y a la memoria técnica contra incendios en un plazo de cuatro días laborables. Si se verifica que la instalación cumple las condiciones de prevención de incendios se emitirá el Visto Bueno de Planos; caso contrario, el usuario deberá realizar las correcciones respectivas en planos y memoria técnica, y reiniciar el proceso.

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Dentro de la inspección hecha por el Cuerpo de Bomberos es importante conocer que se revisan los datos generales y técnicos del proyecto, además, los servicios de la edificación: sistemas eléctricos, de suministro de gas, ventilación, artefactos de calentamiento de agua, generadores, transformadores, ascensores, escaleras mecánicas, transportadores y sistema de control de humos. Se revisan también los aspectos de protección contra incendios en elementos estructurales, compartimentos de sectores de incendio, puertas y ventanas corta fuego.

En cuanto a medios de egreso, se verificarán los egresos verticales, horizontales, el sistema de presurización de escaleras, la iluminación de emergencia y la señalización. Respecto a los sistemas de alarmas, se verifican los dispositivos de iniciación y notificación, la autonomía del sistema, el panel de control, el cableado y la canalización. Adicionalmente, se revisan los sistemas de extinción con agua y sin agua.

Todas estas verificaciones son imprescindibles para garantizar que el proyecto que se propone construir va más allá de cumplir con factores urbanos y estéticos, pues de estas seguridades depende el bienestar de los futuros habitantes.

El trámite de obtención del Visto Bueno de Planos no tiene costo, sin embargo, para obtenerlo, el constructor deberá presentar toda la información arriba mencionada, y una vez superadas las inspecciones finales, la entidad colaboradora entregará al Municipio del DMQ y al constructor el informe de Visto Bueno de planos, de tal manera que este documento pueda ser mostrado al potencial comprador para su verificación.

Es importante resaltar que este Visto Bueno no tiene caducidad. Los constructores deberán entregar los planos arquitectónicos aprobados por la Entidad Colaboradora, y una memoria técnica del Sistema de Prevención de Incendios con firmas originales, pues son los documentos habilitantes para obtener la Licencia Metropolitana Urbanística que la otorga el Municipio del DMQ.

UN SELLO PARA VISIBILIZAR LA RESPONSABILIDAD DE LOS CONSTRUCTORES

Cumpliendo con el compromiso de implementar constantemente mejoras en el servicio, la Entidad Colaboradora del Colegio de Arquitectos de Pichincha (ECP), creó el primer Sello de Certificación de Proyectos, con el objetivo de visibilizar las buenas prácticas de construcción formal y reconocer a los profesionales y empresas que cumplen con la normativa vigente.

Este sello tiene como meta fomentar y promover la construcción formal y, obviamente, el cumplimiento de las normas a favor del bienestar de la ciudadanía, pues en las manos de los constructores y urbanistas están las ciudades del futuro, las mismas que resguardan y precautelan la seguridad de sus habitantes.

La idea de este sello, el mismo que es parte de una campaña que lleva adelante el Colegio de Arquitectos, es que las empresas constructoras impriman el logotipo de la certificación o sello y lo exhiban en todos los medios contratados para publicitar los proyectos. Por ello se podrá observar esta marca en las vallas ubicadas junto a los edificios, o en anuncios publicitarios, para informar a la ciudadanía la responsabilidad de las empresas constructoras e inmobiliarias, y el compromiso de ellas con la ciudad y su gente.

Las empresas que se hacen acreedoras del Sello cuentan también con un código QR que contiene los números de Certificados de Conformidad de arquitectura e ingeniería, la Licencia Metropolitana de Construcción e información específica del proyecto, la página web o contacto del constructor; y la información técnica y comercial de los proyectos. La Entidad Colaboradora del Colegio de Arquitectos también colocará un sello de tinta en los planos certificados que entregue la ECP, con la finalidad de que su trabajo sea fácilmente reconocido por los ciudadanos dentro del espectro de construcción formal y responsable.