Por Caridad Vela

La primera idea que viene a su mente para hablar de arquitectura en el mundo actual es “crisis de personalidad”. En esas palabras resume el fenómeno causado por la facilidad de acceder a información de todos lados. La consecuencia, según Rodrigo Carazo, arquitecto costarricense de reconocimiento internacional, es que la arquitectura empieza a dejar de pertenecer a un sitio para convertirse en algo genérico.

“Hace 100 años, cuando empezó a internacionalizarse la arquitectura con Le Corbusier, se pensó que su estilo funcionaría en todo el mundo, pero el tiempo probó este erróneo”, me dice al empezar esta entrevista en la que se aleja de preconcepciones o descripciones habituales para sorprender en cada línea.

Lo descubrí en la docuserie que presenta la obra de arquitectos de fama internacional, “Viviendo el Ahora”, producido por Legrand. Fue la originalidad de sus proyectos lo que me llevó a contactarlo, pero lo que al final termina llamando mi atención es el pensamiento que evoluciona hacia el trazo, para convertirse en realidad en paradisíacas locaciones.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Rodrigo Carazo

¿Qué antecede a la idea?

El lugar donde se implantará la obra. Cada diseño debe responder a su sitio, a sus condiciones de usuarios, a la situación económica donde se construirá, a sus capacidades constructivas. No se puede hacer cualquier diseño en cualquier lugar, porque hay cosas que no funcionan. Es ahí donde se diferencia al arquitecto genérico -el que hace lo que ve en revistas o Instagram-, y el que quiere hacer el esfuerzo de ir más allá y proponer una verdad que estará acorde al lugar y a su gente.

¿Arquitectura vernácula?

No, no se trata de volver al pasado. La arquitectura hoy tiene técnicas, sistemas constructivos modernos, distintos materiales para cada lugar, pero hay que saber cómo se los utiliza. Los arquitectos estamos obligados a mejorar la calidad de vida de la gente, y hacerlo con el mínimo impacto, sin detrimento del medio ambiente. Hay que innovar para mejorar, para abrir nuevos horizontes y posibilidades.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Assisted Living Facility Concordia, Costa Rica

¿En cuál proyecto tuyo podemos ver esa innovación?

El Assisted Living Facility que construimos en Concordia, Costa Rica. Ganamos el concurso para un cliente privado que quería generar un lugar de vivienda para personas retiradas, o muy cerca de estarlo, que están 100% activas y quieren vivir en una comunidad en condiciones similares. Obviamente el cliente lo pensó como negocio, y eso, como arquitectos, lo tenemos que entender. La razón del negocio es muy importante.

¿Es un limitante?

No, pero hay que entenderlo como primero paso. El segundo paso es integrar una parte fundamental de nuestro manifiesto arquitectónico que, por el emplazamiento, tenía mucho que ver con la integración a la naturaleza, o la biofilia, es decir, cómo nos afecta positivamente estar alrededor de la naturaleza.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Assisted Living Facility Concordia, Costa Rica

¿El proyecto es una síntesis de eso?

El círculo, o ese gran óvalo, es una forma geométrica que nos permitía darle individualidad a todas las personas. Todas las unidades residenciales están en el perímetro, cada una con un ángulo diferente de vista y una fachada diferente hacia afuera. Hacia adentro, hacia el centro del círculo, el diseño genera capacidad de interrelación entre las personas. De esta forma, los habitantes podían estar solos -hacia afuera-, o compartiendo -hacia adentro-. Y hacia cualquiera de las dos posibilidades, integrados con la naturaleza.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Assisted Living Facility Concordia, Costa Rica

¿Por qué la importancia de mimetizar la arquitectura con la naturaleza?

Porque trae felicidad a las personas, y si lo ves desde el punto de vista del negocio inmobiliario en un proyecto concebido solo para alquiler, que tiene su razón de ser porque cuando estás jubilado es muy difícil que te den un crédito para comprar, la gente se quedará más tiempo alquilando en este proyecto, porque es más feliz, y por ende, habrá menos rotación.  En resumen, el negocio funcionará bien gracias a la arquitectura.

Hablaste de biofilia…

Biofilia es básicamente la necesidad innata que tiene cualquier ser humano de relacionarse con otros organismos vivos, como plantas y animales. Este es un concepto relativamente nuevo y no nace por casualidad, sino en base a la consecuencia de muchas observaciones científicas. Toma fuerza en Japón y Corea en los 80. La persona que empezó a trabajar en esto fue un entomólogo, y sus estudios aterrizan en todos los efectos positivos que tiene la naturaleza sobre las personas, tanto psicológicos como físicos. La biofilia reduce los niveles de ansiedad, y eso se ha probado con análisis químicos en base a las hormonas que segregamos.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Dolphin Island – Bocas del Toro, Panamá

¿Qué resultados arrojaron esos estudios?

En Japón llevaron a personas de una oficina y las pusieron a caminar en un bosque por un día; luego las ponían a caminar en una zona urbana con parques por un día; y después en una zona 100% urbana. Luego medían el nivel de estrés, ansiedad, presión sanguínea y más. Los indicadores entre la caminata en un lugar 100% natural eran mucho más bajos, e iban creciendo en relación al lugar en donde estaban.

¿El entorno de Assited Living Facility es 100% natural?

Sí, pero no es solo el entorno, sino cómo lo integro en cada lugar donde estará la gente, y en base a eso generamos una metodología de diseño que denominamos metodología de diseño biofílico por capas. Lo que hacemos es transformar el lenguaje de la relación con la naturaleza a capas de cercanía. Todo empieza desde cómo me afecta a mí en el escritorio donde estoy trabajando, hasta cómo puede afectar el planeta. Esa filosofía de capilaridad la aplicamos en todos nuestros proyectos, es esa búsqueda de que casi se borren las barreras entre lo construido y lo natural.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Dolphin Island – Bocas del Toro, Panamá

¿Cuáles son esas capas?

Empieza en lo que le llamamos la capa inmediata o próxima, que son plantas que puedas tocar. La capa dos es la intermedia entre adentro y afuera, los elementos verdes que podemos trabajar en las fachadas y en las cubiertas de los edificios, para dar una relación no solo a los que están adentro, sino también a los que transitan alrededor, y afectarlos de manera positiva. La tercera capa es lo que conocemos como el paisajismo tradicional. Es el área fuera del proyecto, la que está en el predio donde está el proyecto. La cuarta brinca a temas mucho más relacionados con organización comunal, que tiene que ver con las políticas de la ciudad donde vives. La quinta es una capa nacional que ya depende de decisiones legislativas que un país puede tomar. La sexta es de impacto regional, por ejemplo, si Ecuador, que es parte de la Comunidad Andina, se adhiere a una decisión que abarca a varios países. Y por último, la séptima capa es de carácter global, tiene que ver con acuerdos que se puedan llegar a tomar en foros como la Conferencia de Cambio Climático o las Naciones Unidas, a los que todos los países pueden adherirse.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Dolphin Island – Bocas del Toro, Panamá

En el master plan para Dolphin Island, en Panamá, también es evidente tu cercanía con la biofilia…

Ese es un proyecto súper interesante. Está ubicado en Bocas del Toro, cerca de un parque nacional en Isla Bastimentos, en el Caribe panameño. No fueron personas físicas quienes nos contrataron, el cliente eran muñequitos de Non-fungible tokens (NFT). Son un grupo que compró esa isla en base al intercambio de tokens y levantaron capital para generar una comunidad para personas que están en ese mundo, y quieren vivir ahí. Fue fascinante, esa isla tenía un montón de cosas peculiares.

¿Cómo cuáles?

En Panamá dan concesiones sobre el agua, es decir, había una parte catastrada de concesión marítima, entonces hay cierta cantidad de unidades que están diseñadas sobre el agua, como en Maldivas. Además, la isla tenía licencia para cultivar marihuana, y eso debía considerarse en el programa, al igual que una marina y un restaurante bajo el agua, entre otros elementos. El reto era integrar esta surrealidad que iba a la par con el mundo de las criptomonedas, de los NFT, que al final del día no son personas sino caracteres en una computadora. Para que no lo dudes, te confirmo que sí nos pagaron, es decir, existen. No sé si lo van a construir, habrá que ver.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Agricultural Research Center – Corea del Sur

¿Cuál fue el concepto?

Queríamos hacer arquitectura orgánica de muy bajo impacto, menos estructurada, y por eso utilizamos el lenguaje circular. Esa era la sensación que queríamos dar. Lo que se ven en las fotos está como flotando en el aire, generando una experiencia continua y fluida, como que no tuviera principios ni fines. El Master Plan incluye vivienda, comercio, restaurantes, marina y plantación de marihuana, ese programa general nos lo dieron ellos.

Vamos a Corea. ¿Cuéntame del Agricultural Research Center?

Ese fue un concurso de ideas, no lo ganamos, pero es muy interesante. Nos encanta hacer propuestas que no tienen limitantes o encierros mentales, que llaman a la innovación. Era un programa bastante técnico porque es un centro de investigación y producción alimentaria en el sur de Corea. Propusimos algo diferente, innovador, pero arraigado a la cultura.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Agricultural Research Center – Corea del Sur

¿Elaboremos?

El concepto principal del proyecto se trabajó con algo que era muy significativo para nosotros. Esas donas que están en el aire tienen un tipo de filigrana o patrón, propuesto en madera laminada, que es una metáfora o una mímesis de los canastos que usa la gente sencilla del campo en Corea, que son de ratán y fibras naturales, y se utilizan para recoger el arroz. Para nosotros, esto tenía un gran potencial, porque si el proyecto se relacionaba con la producción y mejora de alimentos, este concepto del canasto refleja la relación del hombre con la recolección de ese alimento, en un recipiente capaz de contener todo lo bueno que significa ese alimento.

Pero es un lugar para investigación…

Y por ello debía ser abierto al público. Los canastos los levantamos en el aire para que la gente pueda transitar por el nivel inferior, y cada uno de esos canastos forma los diferentes componentes del programa. Por ejemplo, los únicos canastos que tocan el piso son los que tienen despacho de producto. Los que están en el aire generan esa plaza pública abajo, y las torres o cilindros proponen diferentes maneras de cultivar con menos utilización de terreno. Cada torre tiene un canasto como elemento vertical que se eleva y son, en realidad, sistemas de riego para condiciones controladas de humedad, iluminación o irradiación, para cultivar con máxima eficiencia todos los meses del año. Debo recalcar que contamos con la participación de un ingeniero estructural para que este proyecto no fuera una idea conceptual, sino una solución estructural y mecánica de funcionamiento. Se puede construir.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Symbiotic Pacífico Central – Costa Rica

Symbiotic, en Costa Rica, es otro proyecto muy llamativo. ¿Detalles?

Estamos haciendo el plan maestro para Symbiotic. En este proyecto somos socios y estamos en proceso de atraer inversionistas. Es en el Pacífico Central de Costa Rica, y lo estamos trabajando con un aliado que se llama Singularity University, que es como una anti-universidad. Me explico, es un grupo de personas futuristas, casi todos de la zona de Silicon Valley en San Francisco, California, que se empezaron a preguntar por qué la gente tenía que aprender de la misma manera siempre, por qué tenían que ir a una universidad, sentarse en un aula a entender, y por qué no se podía entender en base a la experiencia y a la tecnología.

¿Cuál es el propósito?

Impactar positivamente en la calidad de la vida de los humanos mediante el uso de la tecnología. La misión que tiene Singularity es utilizar la tecnología para educar. Las personas detrás de eso son fundadores de las empresas de tecnología más importantes del mundo, y dedican mucho tiempo y dinero a la ciencia y a prolongar la vida del ser humano, entre otros temas. El enfoque son los nómadas digitales.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Symbiotic Pacífico Central – Costa Rica

¿Qué contiene el plan maestro?

Un centro de innovación que es el corazón del proyecto, donde básicamente hay incubadoras, aceleradoras y potenciadoras de emprendimientos tecnológicos, de nuevas ideas, en un ambiente al que puede llegar gente de todo el mundo. La intención es que la idea de uno no quede en uno, sino que en este centro se complemente con ideas de otros que agreguen valor y multipliquen su potencial. También habrá facilidades para vincular ideas con inversionistas.

¿Espacios residenciales?

Claro. Cada uno de esos elementos residenciales son como grupos circulares de cuatro pisos, y cada grupo tiene ocho sub departamentos que no son para venta ni alquiler, sino que se venderán acciones de participación a empresas, que dan el derecho de utilizar un número determinado de ellos permanentemente. Lo interesante es que los accionistas trabajarán bajo un esquema 80-20. Es decir, del 100% de su inversión ellos usan el 80%, y el 20% deben donar a personas que no tengan el capital para acceder por sí solos, para que puedan potenciar sus ideas. Symbiotic será una comunidad de innovación tecnológica, con componentes residenciales, unidades de wellness y todo lo relacionado con aportar a la calidad de vida.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Symbiotic Pacífico Central – Costa Rica

¿Costa Rica es atractivo para esta especie de Silicon Valley?

En mi país puedes trabajar en la mañana y surfear en la tarde, es un lugar espectacular y la naturaleza es increíble. La zona de Symbiotic está llena de parques nacionales, es de los lugares más bonitos de Costa Rica. El 100% del proyecto es en madera laminada tecnificada, que es el futuro de la construcción. Se prefabrican y se instalan muy rápido, lo cual reduce la huella energética del proceso constructivo y además es un material renovable.

Vámonos a México. ¿Cuéntame de Sky Towers?

Es para un desarrollador bastante tradicional de Mérida. Le propusimos un lugar en que la parte de trabajo fuera muy emocionante para trabajar, y la parte para vivir sea agradable para la vida. La parte inferior de las torres son espacios corporativos. El piso intermedio, que tiene un ancho que se extiende más allá de la planta típica, es el de amenidades, que además sirve de amortiguamiento entre los usos y la parte superior, que es la parte residencial, que está mucho más relacionada con la naturaleza. El techo es un parque público para todos los habitantes, con eso cambiamos la percepción de vivir en un edificio.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Sky Towers – México

La implantación es interesante…

El proyecto está sobre una montaña artificial donde están los estacionamientos, porque si bien en Mérida no hay ríos visibles, el nivel freático es muy alto. Si cavas un poco te encuentras con ríos bajo la tierra, hay una especie de cuevas de material calcáreo y no se puede construir subterráneos. Eso nos obligó a hacer la montaña para parqueos y pusimos parques sobre ellos, y ahí están las tres torres.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Sky Towers – México

Cambiemos de tipología. ¿Háblame del Hotel Pacha Hills en Punta Arenas?

Ese proyecto es uno de los hijos de la pandemia y obedece a un fenómeno de transición que se dio durante esa época. Costa Rica siempre ha atraído mucho inversionista extranjero. Pequeñas inversiones de gente que compraba una casa, y de vez en cuando uno grande que venía y hacía hoteles. En la pandemia, por alguna razón la gente pensó que aquí no había Covid y llegaron a refugiarse de los contagios. De repente el país se llenó de gente que vino a comprar propiedades, pero eran personas con capacidades económicas altísimas. Todo cambió. Yo llevaba ocho años sin hacer casas aquí, y ahora es el boom de propiedades residenciales de lujo, principalmente para alquiler.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Hotel Pacha Hills – Punta Arenas, Costa Rica

¿Ese fenómeno dio vida a Pacha?

Así es. Es un hotel con diez habitaciones que se rentan en precios absurdamente altos por noche. La construcción es en una montaña, y el diseño lo generamos en base a conceptos orgánicos para que su presencia no irrumpa en el paisaje sino que se mimetice con él, relacionando todos los espacios con la naturaleza. De hecho, el espacio social principal no tiene ventanas, no tiene puertas, no tiene nada, solo un gran techo que, por la gradiente del terreno, iba a ser visto desde las otras casas.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Hotel Pacha Hills – Punta Arenas, Costa Rica

Eso era un problema…

Claro, no queríamos que la vista sea a techos tradicionales, tampoco queríamos hacer cubiertas verdes, porque en este caso específico el cliente quería algo muy llamativo para tener la mejor propiedad de alquiler en la zona. Decidimos utilizar un cobre pre patinado que le da ese color verde y además es un material que no requiere mantenimiento y funciona bien en la costa. Siempre proponemos materiales que envejezcan bien y que reduzcan el costo de mantenimiento y la huella ecológica en el tiempo del proyecto.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Equipo Humano – Carazo Arquitectura

¿De qué material está hecha la estructura?

Toda la estructura es en madera laminada. Eso reduce el impacto en sitio y obviamente es un material que transmite diferentes sensaciones y tiene cualidades. No nos gusta encasillarnos, siempre encontramos la posibilidad de hacer cosas diferentes, pero en el caso de este hotel lo que determina su categoría de lujo es el lugar donde está ubicado. El verdadero privilegio es la vista y la playa que tiene. Está sobre la montaña, a tres minutos de la orilla del mar, y esto, lejos de ser una molestia, es lo que garantiza privacidad.

Rodrigo Carazo - Revista CLAVE edición 113

Hotel Pacha Hills – Punta Arenas, Costa Rica

¿En qué zona está?

En la zona de Santa Teresa que es una zona que se ha puesto mucho de moda entre las personas que quieren ir a lugares en donde haya mucho wellness, gran relación con la naturaleza, y Pacha lo tiene. Es aspiracional en todo sentido. La zona se ha convertido en el paraíso para los new age millennials que quieren estar en ambientes naturales pero sofisticados. Si bien la arquitectura es el diseño de fachadas, lo importante es que envuelven los sentimientos que buscas generar en los interiores. Nuestros diseños son contenedores agradables para disfrutar el lugar donde estás, porque la materialidad debe transmitir las sensaciones de ese lugar.