Isabel Gómez  y Jorge Vaca
SAMBORONDÓN

Por: Mercedes Núñez
Octubre – Noviembre, 2015

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Isabel Gómez y Jorge Vaca

Jorge Vaca nos recibe en su casa ubicada en una zona residencial de Samborondón. Se describe como un hombre soñador. “Siempre he soñado en grande, tal vez porque soy Piscis”, comenta entre risas, aunque no siempre las circunstancias fueron fáciles y tuvo que superar varios fracasos.

A sus 39 años formó un hogar junto a Isabel Gómez, a quien llama “La China”. Se casaron y tuvieron dos hijos, Jorge Luis y Valeria. Los fracasos quedaron atrás y Jorge es ahora nivel diamante en Omnilife, el estatus más alto que existe dentro de la organización. Con ello ha logrado cumplir sus anhelos del estilo de vida que buscó para su familia, y dedica sus días a impulsar a quienes quieren alcanzar el éxito en su vida, y disfrutar de la tranquilidad que eso brinda.

¿Por qué eligieron Samborondón para vivir?

Uno siempre tiene un deseo ardiente de vivir bien. Tu casa es tu nido, como decía mi padre. No hay nada mejor que vivir con mi esposa y mis hijos en un lugar tan hermoso como Samborondón. La mayoría de atracciones ahora están por acá, tienes todos los servicios y las facilidades para vivir a gusto.

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¿La decisión de en dónde comprar fue fácil?

Un amigo y socio mío, David Arosemena, me comentó de este proyecto. Vimos maquetas y nos gustó mucho el estilo. La empresa que lo construía dedicó alrededor de seis meses a estudiar la arquitectura original de Guayaquil, sus arquitectos analizaron todos los detalles necesarios con la intención de recuperar ese estilo tan elegante y hermoso que existía antes en las edificaciones. En base a ello estructuraron el concepto que la urbanización debía tener.

¿Quién realizó el diseñó de la casa?
Buscamos algunos arquitectos y nos encontramos con Antonio Plaza Rosales. Conversamos sobre el estilo que nos gustaba, pues siempre nos inclinamos por el tipo europeo que tiene las casas con balcones, y Antonio lo captó a la perfección. La construcción la realizó con su equipo de trabajo y quien estuvo a cargo fue el Ingeniero Luis Torres.
¿Y la decoración?

Mi esposa y yo nos parecemos mucho, afortunadamente tenemos gustos similares. Todo lo hacemos en consenso. Los dos tenemos que estar de acuerdo, le preguntamos al otro qué le parece, y si alguno no está seguro preferimos no hacerlo. Siempre lo hemos hecho de esa forma.

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¿Hasta en los pequeños detalles?

En consenso hemos llegado a escoger maceteros, lámparas, adornos, todo. Nos respetamos y nos apoyamos. A más de eso, Antonio Plaza nos asesoró en una parte de la decoración, como la elección de los muebles por ejemplo, pero la mayoría de cosas las hemos ido haciendo luego por nuestra cuenta.

¿La asesoría profesional es importante?

Siempre es bueno escuchar a quien tiene más experiencia, es una gran guía para empezar, pero lo fundamental es que la casa la sientas tuya. En este sentido, con cada detalle que elegimos con mi esposa hemos impregnado nuestra personalidad en cada espacio de la casa.

¿Cuál es el espacio que más disfrutas?

Tengo dos. La sala de música es un lugar donde me relajo mucho. Nos encanta la música y aquí nos pegamos unas mini farritas, vemos conciertos y pasamos un buen rato. De hecho, la casa tiene parlantes en todas las áreas, pero cada espacio tiene una especie de chip que permite escuchar diferentes tipos de música. Yo puedo escuchar salsa en un espacio, mientras en el otro, si de pronto mi esposa quiere escuchar música clásica, puede hacerlo. Un diseño increíble con tecnología de vanguardia.

¿Y el segundo?

A más de esa sala, me gusta mucho el comedor. La China monta unas mesas maravillosas, está pendiente de cada detalle a tal punto que parece que cada comida es una producción especial. Logra escenarios perfectos para cada ocasión. Si es de salir a ver flores para hacer arreglos lo hace con el mayor entusiasmo, y así, cada vez que nos reunimos en el comedor es una experiencia nueva que nos encanta compartir.

¿Vida social?

Sí, nos encanta recibir gente. Es un placer atenderlos y compartir. Hacemos muchos asados en la casa los fines de semana para pasar momentos agradables con amigos. También disfrutamos enormemente de hacer comidas al aire libre, en el comedor que tenemos en exteriores, desde donde se aprecia la espectacular vista que la casa tiene hacia el lago.

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¿Cuál crees que ha sido la clave para llegar a donde te encuentras hoy?

La decisión. Cuando empecé en Omnilife vi revistas donde había líderes distribuidores del producto que tenían 12 años ganando mucho dinero, eran nivel diamante, y eso me impactó. Tenía un deseo ardiente de superar mis fracasos anteriores, de salir adelante, de dar a mi familia lo que siempre soñé. Me entregué cien por ciento al trabajo con enfoque, constancia y preparación, tenía claro lo que quería y estaba descubriendo la forma de hacerlo realidad.

Volver a empezar no habrá sido fácil…

Dios te cierra puertas para abrirte portones. Ahora que tengo éxito entiendo el significado de mis fracasos. En una circunstancia caótica en mi vida apareció Omnilife. Seguramente fue mejor que ocurriera en ese momento, cuando ya la vida me había dado varias lecciones, y ahora me daba la oportunidad de entrar en un mundo que me cambió por completo como persona. Los ejecutivos normalmente demoran entre siete y diez años para alcanzar la categoría diamante. Yo lo logré en año y medio y fui el primer diamante en Ecuador. Actualmente hay tres en Guayaquil, dos en Santo Domingo, y uno en Quito.

¿Cómo te mantienes motivado?

La base es la inspiración. Un líder tiene que llegar a ser inspiracional, tiene que moverle el querer ayudar a que la gente también llegue allí. La cima, cuando se llega solo, no tiene la misma alegría que cuando otros llegan contigo. Mi vida cambia por completo cada vez que alcanzo una meta, busco transmitir a los demás que sí se puede salir de malos momentos, y esto lo digo después de haber tenido varios intentos y varios fracasos. Hoy mi negocio más fuerte está en Ecuador pero tengo organizaciones en 17 países. Mientras converso contigo la gente está consumiendo productos Omnilife, y eso me genera ingresos.

¿Cómo organizas tu día de trabajo?

Tengo reuniones de prospección todos los días con gente nueva que ubico a través de redes sociales, y doy capacitaciones a las personas que están dentro de mi empresa. Los martes, jueves y sábados hago reuniones para aproximadamente 100 personas en las que les enseño sobre esta maravillosa oportunidad, y también dicto conferencias en otros países. Además soy parte del equipo del dueño de la compañía, Jorge Vergara, a quien tuve el honor de representar en el Rally Mercosur hace pocos días. En estos Rallys, la gente se motiva mucho, porque se hacen lanzamientos de nuevos productos, y se entregan viajes y beneficios a los distribuidores.